Rajoy, que pasará dos días en Washington, se entrevistará el lunes con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca. La agenda también incluye una reunión con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional Christine Lagarde y un almuerzo en la Cámara de Comercio de Estados Unidos, donde expondrá el programa de reformas de su gobierno y estará acompañado por dirigentes de las principales empresas del país como Telefónica, Inditex y Banco Santander, entre otras.
El mandatario español también se reunirá con el secretario general de la Organización de los Estados Americanos José Miguel Insulza y entregará la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, una de las máximas condecoraciones del país, al senador Robert Menéndez, presidente de la Cámara de Exteriores del Senado y hasta hace poco copresidente de la Fundación del Consejo España-Estados Unidos.
El mensaje central del viaje es que lo peor de la crisis económica que arrancó en 2008 con el colapso del sector inmobiliario ha pasado. Aunque el propio Rajoy admite que persiste un grave problema de desempleo, con más de 26% de la población sin trabajo.
Desde su llegada al poder hace dos años, el gobierno de Rajoy aplicó una dura política de recortes y subas de impuestos para corregir el déficit público. Además, utilizó 41.300 millones de euros (56.334 millones de dólares) de un préstamo europeo para recapitalizar su sector bancario, en grave riesgo por ruinosas inversiones en la construcción.
Pero estas medidas, muy impopulares y rechazadas socialmente, han empezado a traducirse en resultados, gracias también a un contexto de recuperación en toda Europa. España salió de una profunda recesión de casi dos años en el tercer trimestre de 2013.
Christopher Smart, director de economía internacional en la Casa Blanca, calificó de “excepcional” el desempeño de las autoridades españolas para salir de la recesión.
“Los presidentes hablarán de lo que sigue tanto para España como para Europa”, dijo Smart durante una conferencia telefónica ofrecida a reporteros. “Claramente la tasa de desempleo en España es extraordinariamente alta y el progreso en la creación y reforzamiento de una verdadera unión bancaria en Europa serán temas importantes”, añadió.
El gobierno español prevé un crecimiento de 0,7% del Producto Interno Bruto en 2014 e incluso algunos organismos estiman que el repunte podría ser mayor. Además, los costes de la deuda española, que se dispararon a niveles cercanos al rescate en 2012, han caído a cifras previas a la crisis de deuda soberana europea de 2010.