El mandatario encabezó este lunes una reunión del Comité Ejecutivo de su partido, la que coincidió con nuevas polémicas por la destrucción de los discos duros de las computadoras que utilizaba el extesorero, y que la Audiencia Nacional las buscaba para integrarlas a la investigación.
Medios locales difundieron que la secretaria del PP, María Dolores de Cospedal, había negociado un finiquito para Luis Bárcenas a fin de darlo de baja definitivamente de la formación, algo que ella negó en rueda de prensa. En sus declaraciones, aseguró que “todo lo publicado es totalmente falso”, a la vez que denunció que hay intentos por “desestabilizar al partido” en momentos en que no se puede salir cada día “a comentar injurias o calumnias”.
De Cospedal apuntó que coincide con Mariano Rajoy en que ya todo sobre ese caso se ha dicho, y que el PP no se quiere distraer “con un pretendido monotema”. “Todo lo que tenía que decir sobre este asunto, tanto como testigo como sobre los documentos enviados al juez, ya lo he dicho”, agregó.
El secretario general del opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró por su parte que tras los informes conocidos sobre la negociación de De Cospedal con Bárcenas, “nadie puede creer ahora en su declaración ante el juez”. “No han parado de mentir desde el primer momento. Ya lo hicieron en el Parlamento y también en la Audiencia Nacional”, manifestó.
Sobre la destrucción de los archivos de las computadoras de Bárcenas, expuso que no es creíble el argumento de que se hizo para cumplir con la Ley de Protección Datos. Luis Bárcenas, actualmente en prisión, confirmó el pasado 15 de julio al juez Pablo Ruz, de la Audiencia Nacional, la existencia de una contabilidad secreta en el PP, con donaciones irregulares y pagos (no declarados a Hacienda) de sobresueldos a dirigentes, entre ellos a Rajoy.