Cerca de 100 personas marcharon en silencio y se reunieron en la plaza central de Xalapa, capital del estado de Veracruz, y colocaron una ofrenda floral y una manta con la imagen de Regina Martínez Pérez, corresponsal del semanario Proceso y quien el 28 de abril de 2012 fue encontrada muerta con señales de tortura en el baño de su casa.
“Regina, defender tu memoria es defender tu trabajo. Los periodistas no aceptaremos un tercer año de impunidad”, se leía en la pancarta frente a las oficinas del gobierno de Veracruz.
La fiscalía del estado acusó a dos personas del crimen de Martínez, una de las cuales fue sentenciada a 38 años de prisión. Sin embargo, en agosto de 2013 un tribunal revocó la sentencia a Jorge Antonio Hernández bajo el argumento de que se violaron sus derechos humanos y luego de denuncias de que había sido torturado.
El gobierno estatal sostuvo que el crimen de Martínez fue ajeno a su labor periodística, algo que fue cuestionado por miembros del gremio, incluido el semanario Proceso.
El asesinato de Martínez causó furor en México y fue difundido ampliamente por la influencia del semanario para el que trabajaba y porque es uno de los pocos ataques contra medios de circulación nacional.
“No debemos dejar a la deriva esto. El miedo ha disminuido y estamos en una etapa de salir para defender nuestros derechos”, dijo en la manifestación la periodista local Norma Trujillo Báez, quien conocía a Martínez.
México ha sido considerado por agencias de organismos internacionales, como la ONU y la OEA, como uno de los países más peligrosos para ejercer la profesión.