El impacto ambiental comenzó en los años 60, cuando el agua de los ríos -el de la región Syr Darya y el Amu Darya- que alimentaba el mar de Aral fue desviada para poder rociar millones de acres dedicados a la producción de algodón y otros cultivos, como parte de un proyecto emprendido por la Unión Soviética.
Asimismo, los daños que ha sufrido esta zona en los últimos 14 años fueron documentados por imágenes satelitales de la NASA, las cuales evidencian que el lago se ha ido secando y que las condiciones secas del 2014 causaron que el lóbulo oriental del mar de Aral se secara por completo.
La NASA informa: “La pérdida de agua hizo inviernos más fríos y veranos más cálidos y secos. El daño alcanzó su punto máximo este año, cuando el lóbulo oriental del mar de Aral Sur -que era el centro del lago original- se secó completamente”.
Además de ser considerado como uno de los peores desastres naturales, comunidades cercanas que se dedicaban a la pesca y a la agricultura, ya no pueden ejercer esta actividad lo que eleva el desempleo y problemas económicos. También se alertó a la población cercana al mar Aral una incidencia elevada de enfermedades pulmonares y otras patologías.
A medida que el lago se secó, la pesca y las comunidades que dependen de ellos se derrumbaron. El agua cada vez más salada se contaminó con fertilizantes y pesticidas. El polvo que sopla desde el lecho del lago expuesto, contaminado con productos químicos agrícolas, se convirtió en un peligro para la salud pública, registró la NASA.