“Hay una debilidad muy fuerte del presidente Nicolás Maduro y un fortalecimiento del sector intransigente representado en esta suerte de alianza del sector militar con los radicales y extremistas de izquierda para no conceder nada en el diálogo“, explicó.
Garavini dijo a Notimex que el gobierno había accedido a revisar la situación de calificados por la oposición como “presos políticos”, o conformar una “Comisión de la Verdad” para aclarar lo sucedido en las manifestaciones opositoras que estallaron en febrero pasado.
Sin embargo, en ambos casos “se echaron para atrás”, sostuvo Garavini, quien atribuyó el cambio de opinión del gobierno al accionar de los “radicales”, encabezados por el presidente del Congreso venezolano, el oficialista Diosdado Cabello.
“Es evidente que el sector dialogante, que era Nicolás Maduro, (el vicepresidente (Jorge) Arreaza, y quizás otros más, se ha quedado atrás, pero el obstáculo está en los radicales”, recalcó Garavini, quien todavía ve una “tenue esperanza” de salvar el proceso.
Esta esperanza, sin embargo, siempre estará condicionada a la voluntad del gobierno a acceder a las demandas opositoras, como la amnistía para los presos políticos, la mencionada comisión de la verdad o escoger poderes públicos independientes.
El diálogo se inició en abril bajo auspicio de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y la presencia de El Vaticano como testigo, con la intención de reducir las tensiones políticas en Venezuela, que desde febrero experimenta protestas antigubernamentales.
La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) oficializó la semana pasada su decisión de suspender su participación en el diálogo debido a la “falta de avances” que atribuyó a la intransigencia del gobierno a hacer concesiones.
Garavini estimó que la MUD hizo lo correcto al sentarse a dialogar y luego suspender su participación, ya que ésto demostraría ante la comunidad internacional que el proceso fracasó por culpa de la intransigencia del gobierno.
“El diálogo era la decisión, el problema es que si el diálogo va a fracasar, como parece que pudiera fracasar, que se demuestre quién es el culpable. Si se logra ese resultado, creo que la oposición por lo menos ha ganado unos puntos ante la comunidad internacional”, subrayó.
Garavini, doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Roma, advirtió que para la Unasur es crucial lograr una revitalización del proceso de diálogo en Venezuela, ya que este organismo regional se está jugando una buena parte de su prestigio internacional.
“La Unasur desgraciadamente va a quedar, si esto no funciona en lo absoluto, va a quedar desprestigiada en el sentido de la debilidad de las instituciones para resolver problemas de corte político internos en Sudamérica, y abrirá la puerta a la continuación de la crisis”, concluyó.