BUENOS AIRES (AP) El candidato presidencial opositor argentino Mauricio Macri acusó el domingo al oficialismo de desplegar una estrategia oscura llena de pesadumbre y miedo.
“A pocos días del balotaje, el oficialismo despliega ahora una estrategia oscura de llenar de pesadumbre y de miedo a la población, con el único objetivo de asustarlos ante la posibilidad de cambiar”, afirmó el representante de la coalición opositora Cambiemos en una publicación en su página de Facebook.
El candidato presidencial del gobernante Frente para la Victoria, Daniel Scioli, y Macri definen sus tácticas y endurecen sus discursos en la recta final de una campaña electoral de la que surgirá el sucesor de Cristina Fernández. Ambos se medirán en las urnas en un balotaje el próximo 22 de noviembre.
Los dos intentan también asegurarse un mayor respaldo electoral después de la ajustada victoria de Scioli en la primera vuelta del pasado domingo en la que obtuvo 36,86% de los votos contra 34,33% del conservador Macri.
Para Macri, el 25 de octubre “nos alcanzó una ola de alegría y esperanza”. Ese domingo “empezó algo verdaderamente nuevo”, por lo que cree que la táctica del kirchnerismo “no va a funcionar”.
“Ya sentimos el olor del aire fresco. Ya sentimos la felicidad que da la proximidad de un nuevo comienzo. Ya nos dimos cuenta que somos millones y millones. Ya abrimos los ojos y no los volveremos a cerrar”, finalizó Macri.
Scioli, candidato presidencial del gobernante Frente para la Victoria, atribuyó el sábado la responsabilidad de la decisión del juez federal de Nueva York Thomas Griesa de obligar a Argentina a pagar 6.100 millones de dólares a los acreedores de la deuda argentina a las expectativas creadas por el “jefe de la Alianza”.
Para el kirchnerista, Cambiemos y Macri son ” la versión 2015 de la Alianza, con las mismas políticas en la misma dirección, con la palabra cambio bajo el brazo”, en una vuelta al pasado en referencia a la Alianza para el Trabajo, la Justicia y la Educación coalición con la que el presidente Fernando de la Rúa gobernó Argentina desde 1999 hasta 2001, cuando renunció en medio de una gravísima crisis económica.