Por Cecilia González. Corresponsal
Buenos Aires, 4 Ene (Notimex).- El presidente de Argentina, Mauricio Macri, sigue de vacaciones pese a las emergencias provocadas por incendios forestales e inundaciones, más graves apagones eléctricos en varios barrios de la ciudad de Buenos Aires.
Macri se fue de vacaciones hace 13 días a la apacible región de Villa La Angostura, una privilegiada región patagónica conocida por sus maravillas naturales.
El mandatario volverá al trabajo el próximo lunes, pero mientras sigue descansando las críticas se multiplican en contra de su ministro de Medio Ambiente, Sergio Bergman, ante el incendio registrado en la provincia de La Pampa, ubicada en el centro del país.
Esta provincia sufrió desde noviembre 48 incendios que destruyeron casi 300 mil hectáreas, aunque las autoridades ya reportaron bajo control las llamas registradas esta semana.
El año pasado, Bergman, un rabino que cuando asumió reconoció que no tenía idea alguna de temas ambientales, dijo que ante los incendios forestales lo primero que recomendaba era rezar.
A ello se suma las emergencias que padecen las provincias de Santa Fe y Entre Ríos debido a los temporales que provocaron inundaciones en diferentes localidades y que ya dejaron a miles de damnificados.
Hay pueblos enteros cubiertos por agua y las autoridades provinciales ya advirtieron que en algunos casos se vive el peor temporal de los últimos 40 años.
Las redes sociales han sido el foro para que los ciudadanos muestren los daños de los incendios, con el humo permanente, animales que escapan del fuego y cortes de ruta, y de las inundaciones, con vehículos volteados y casas destrozadas.
En Buenos Aires se repitieron los apagones eléctricos que se registran cada verano ante el incremento del uso de la energía, ya que las empresas no realizaron las inversiones a las que se comprometieron cuando el servicio fue privatizado y ningún gobierno las sancionó.
Los ciudadanos de los barrios afectados denunciaron los cortes de luz con bloqueos en las calles ante la impotencia de no contar, por ejemplo, con aire acondicionado ni refrigeración en jornadas extenuantes en las que las temperaturas llegaron a los 40 grados.