BUENOS AIRES (AP) La elección de economistas de perfil liberal para ocupar distintos cargos en el futuro gobierno de Mauricio Macri a partir del 10 de diciembre da cuenta de un cambio de paradigma en Argentina desde un fuerte intervencionismo hacia una economía más liberada a las fuerzas del mercado.
A la designación en la víspera de Alfonso Prat-Gay como ministro de Hacienda y Finanzas y la postulación de Federico Sturzenegger para la presidencia del Banco Central de la República Argentina, se confirmó el jueves que Carlos Melconian será el titular del Banco Nación.
Los tres han sido fuertes críticos de las líneas económicas durante los 12 años de kirchnerismo y tienen una formación liberal-ortodoxa que se contrapone a la visión del actual gobierno.
El ex fallecido presidente Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa y sucesora, Cristina Fernández, siempre entendieron que la economía debía estar sometida a la política y no al revés. En esa línea intervencionista, establecieron un mecanismo de administración controlada del precio del dólar en el mercado de cambios, fijaron restricciones a las operaciones con dólares y a las importaciones y recuperaron para el Estado el control de empresas que habían sido privatizadas en los 90, como Aerolíneas Argentinas y la petrolera YPF.
Macri, con un perfil pro-mercado, decidió antes de asumir dividir al ministerio de Economía en distintas áreas y designó en la más importante a Prat-Gay, ex jefe de investigación de monedas del banco de inversión JP Morgan. En 2002 fue designado presidente del Banco Central por el entonces presidente Eduardo Duhalde, justo cuando el país atravesaba la peor crisis económica de su historia.
Kirchner lo despidió en 2004.
Pese a su formación liberal, Prat-Gay incursionó en política dentro en una alianza de centro, con la que ganó una banca de diputados en 2009 hasta 2013.
Esa experiencia será clave para buscar los acuerdos necesarios para la aprobación de un paquete de leyes económicas que el nuevo gobierno enviará al congreso, en el que hoy gobernante Frente para la Victoria tiene mayoría.
Macri asumirá el 10 de diciembre con varios desafíos por delante: una inflación de al menos 27% anual según economistas privados, restricciones a la compra de dólares, retraso cambiario, estancamiento del crecimiento y el litigio en Nueva York con los llamados “fondos buitres”, los inversionistas estadounidenses que han demandado al país por títulos impagos de su deuda.
Pero las correcciones a los desequilibrios económicos no deberán alterar las conquistas sociales del periodo kirchnerista para evitar protestas como las de 2001, cuando millones de argentinos cayeron en la pobreza a raíz de la aplicación de políticas de ajuste.
Otro síntoma de la nueva dirección económica es la elección de Sturzenegger en el Banco Central. Fue secretario de Política Económica durante el gobierno de Fernando De la Rúa (1999-2001). En los años siguientes fue profesor de la Universidad de Harvard y titular del Banco Ciudad entre 2008 y 2013.
Para que Sturzenegger pueda asumir en el Banco Central debe dejar el cargo el actual presidente Alejandro Vanoli, con mandato hasta 2019. Macri ya le pidió la renuncia tras calificarlo como “militante del kirchnerismo”. El Senado es el que tiene potestad de remover y designar al titular de la entidad.
El nuevo gobierno confirmó el jueves en un comunicado que Melconian presidirá el Banco Nación, el banco estatal más importante del país. Este economista ha sido un acérrimo crítico de los Kirchner y se ha manifestado a favor de que sea el mercado el que regule la economía con mínima participación del Estado.
Por otra parte, Macri completó el jueves su gabinete con la designación de Jorge Triaca como ministro de Trabajo y Seguridad Social, mientras que como secretario de gabinete se desempeñará Gustavo Lopetegui, actual presidente de la filial argentina de la aerolínea Lan.