Lula da Silva prestó declaración durante cinco horas en los juzgados federales de Curitiba (sur de Brasil) por la supuesta propiedad de un apartamento en el balneario paulista de Guarujá que figura en los registros a nombre de la constructora OAS.
Sin embargo, según las acusaciones, el verdadero propietario sería Lula, que lo habría recibido a cambio de “favores” hechos desde el poder a esa constructora, una de las implicadas en la red de corrupción.
El juez que lo acusa, el popular Sergio Moro, ha dedicado los últimos meses de su vida a tratar de asegurarle una celda en prisión a Lula, pero el hombre que gobernó a Brasil entre el 2003 y 2010, convirtió su comparecencia en un mitin en el que confirmó sus anhelos…¡de ser candidato presidencial!
Su llegada estuvo rodeada de un gran dispositivo de seguridad: 3 mil agentes (entre policía municipal, regional y federal), de los que mil 700 eran policías militarizados que establecieron horas antes alrededor del tribunal ante la presencia de simpatizantes y detractores del líder político.
La larga comparecencia horas estuvo cargada de tensión entre el juez Moro y Lula:
“Soy víctima de la mayor cacería legal jamás sufrida por un presidente”, protestó el exmandatario.
“Señor presidente, lo que está en juicio no es su gobierno, sino actos de corrupción”, reviró el juez.
“No quiera saber lo que es ser expresidente de este país”, ironizó Lula.
“No quiera ser juez”, contestó Moro.
Al final del citatorio, la comparecencia de Lula se volvió acto de precampaña: se dirigió a la plaza Santos Andrade donde ya lo esperaban cerca de 10 mil simpatizantes para mostrar su apoyo al exmandatario de 71 años.
“Estoy vivo y preparándome para volver a ser candidato a la Presidencia de la República“, dijo el líder del izquierdista del Partido de los Trabajadores, acompañado por su ahijada política, la depuesta presidenta Dilma Rousseff, destituida del cargo hace un año por el Congreso, y que viajó en avión desde Porto Alegre para acompañar a su antecesor en la Presidencia y padrino político.
“Si la élite de este país no sabe arreglar este país, entonces un metalúrgico con estudios primarios va a hacerlo”, agregó entre aplausos.
“Si un día yo cometiese un error, no quiero ser juzgado solo por la justicia. Quiero ser juzgado por el pueblo brasileño”.
Y a pesar de la investigación, Lula da Silva parece el favorito para ganar la elección en 2018.