El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula Da Silva ha dicho este jueves que exigirá ante el Partido de los Trabajadores el derecho a ser candidato presidencial por su movimiento político en las elecciones a desarrollarse en el 2018.
El político fue condenado a nueve años y medio de cárcel por cargos de corrupción, siendo este el primero de cinco procesos que enfrenta vinculados a una gigantesca trama de sobornos.
“Si alguien piensa que con esa sentencia me sacan del juego, sepan que sigo en competencia”, fue lo dicho por Lula a los medios de comunicación, apenas un día después de que el juez Sérgio Moro emitiera la condena en su contra.
Lula también comentó que el juez lo ha condenado a casi diez años de cárcel “sin pruebas” y denunció una “cacería” judicial que está “destruyendo la democracia”.
El exmandatario de izquierda ha mencionado que las investigaciones de corrupción que desde hace más de tres años golpean a la élite política y empresarial que han convertido al país en un “Estado casi de excepción, en el cual los derechos democráticos están siendo tirados a la basura”.
Lula ha sido acusado de recibir un departamento frente al mar y reparaciones a la propiedad como soborno de una empresa de construcción, OAS. Silva nunca poseyó el apartamento, aunque los fiscales han sostenido que la intención era dárselo.
El caso es parte de la investigación por corrupción más grande que se haya realizado en Brasil, y decenas de políticos y empresarios ya han sido encarcelados.
Silva es la figura en ser condenada hasta la fecha, siendo el primer expresidente hallado culpable en un proceso penal, por lo menos desde la restauración de la democracia en los años 80.
Lula Da Silva continuará en libertad mientras se delibera su apelación, en caso de no proceder, tendría que enfrentar la pena de 10 años tras las rejas en Brasil.