BEIJING (AP) Con sus nuevos deportes extremos y escenas de acción en escenarios que incluyen el Salto Ángel de Venezuela, el actor australiano Luke Bracey dice que la nueva versión de “Point Break” es más espectacular y mejor que el exitoso filme de 1991.
Bracey es el nuevo Johnny Utah, el agente del FBI interpretado originalmente por Keanu Reeves que se infiltra en una pandilla de surfistas encabezada por Bodhi, entonces encarnado por Patrick Swayze y a quien ahora da vida el venezolano Edgar Ramírez.
En el remake, que se estrena en China el viernes y en Estados Unidos el Día de Navidad, los deportes extremos tienen un papel estelar. El Utah de Bracey se infiltra en un grupo de deportistas amantes de la adrenalina que además son sospechosos criminales. El banquete de acción incluye surfing de grandes olas, vuelos con trajes aéreos, snowboarding en las montañas más altas e inclinadas, escalada libre y motociclismo a alta velocidad.
Los promotores del filme alardean que “Point Break” es la primera película de Hollywood que tiene su estreno mundial en China, y Bracey, quien asistió a la premiere del martes en Beijing, dijo que espera que sea el comienzo de una nueva tendencia para las grandes cintas de Hollywood.
También actúan en el filme la actriz australiana Teresa Palmer y el actor británico Ray Winstone.
La cinta original dirigida por Kathryn Bigelow fue un éxito que recaudó 83,5 millones de dólares a nivel mundial, menos que el presupuesto de la nueva versión, de más de 125 millones de dólares.
Algunas de las acrobacias y deportes en la nueva película “ni siquiera habían concebido cuando se hizo la cinta original; en la original todavía estaban nadando como perritos hacia las olas”, dijo Bracey. El vuelo extremo o “wingsuit”, el deporte de volar por los aires con un traje especial, no existía por ese entonces y fue a mediados de los 90 que la gente “empezó a usar jet skis para atrapar las olas más grandes”.
“Así que, como dice el cliché, es más grande y es mejor y es simplemente una película enorme en términos de lo distinta que es de la original”, expresó.
El actor australiano agregó que mientras la original transcurría en California, la nueva se ha “expandido por el mundo”. Se filmó en nueve países de cuatro continentes, con escenas de vuelo extremo en Suiza, escalada libre en Venezuela, snowboarding en los Alpes italianos y surf en Hawái.
El mundo se ha interconectado más desde la película pasada, así que “lo que sucede en un lado del mundo no sólo afecta a ese lado del mundo, afecta al otro lado del mundo de distintas maneras, sea geopolítica, económica o ambientalmente”, señaló. “Creo que cuanto más temprano entienda la humanidad esto, más trabajaremos juntos”.
Los realizadores del filme dicen que usaron deportistas de primera clase en vez de dobles para la cinta, y Bracey, quien creció en Sydney y aprendió a surfear a temprana edad, también participó en las escenas de snowboarding y escalada, incluida una secuencia en el Salto Ángel de Venezuela, la caída de agua más alta del mundo.
“Es a un kilómetro de la tierra. Estuve colgando del Salto Ángel mirando hacia abajo, diciéndoles que encendieran las cámaras para que, si me caía, al menos lo tuvieran grabado”, relató.
La cinta se estrena en China tres semanas antes que en Estados Unidos, un indicador de cómo el mercado del cine chino, en camino a superar al estadounidense como el más grande, es cada vez más importante para los grandes estrenos mundiales.
Hollywood ha estado detrás del creciente mercado chino en los últimos años, cuando los ingresos por concepto de taquilla han bajado en Estados Unidos. Los ingresos de taquilla en China el año pasado fueron de 4.900 millones de dólares, casi el triple que en el 2010.