Es una reforma de proporciones históricas que implica que los mexicanos estamos dispuestos a hacer las cosas de manera diferente a cómo las hemos hecho en las últimas décadas, que estamos dispuestos a apostar por la inversión, por el crecimiento y por la creación de empleos bien remunerados, aseveró.
Para que ello sea una historia de éxito, se requiere que sea también una reforma que impulse el contenido nacional, abundó en el lanzamiento del programa Impulso Energético, mediante el cual HSBC y Nacional Financiera (Nafin) integrarán un fondo por 26 mil millones de pesos para otorgar crédito a empresas que participen en toda la cadena de valor.
Afirmó que como lo mandata la Constitución, es necesario que la reforma energética sea una oportunidad de crecimiento, de desarrollo y de innovación para miles de empresas mexicanas que participen en toda la cadena de valor: petróleo, gas y electricidad.
Ante el presidente de HSBC México, Luis Peña Kegel, y el director general de Nafin, Jacques Rogozinski Schtulman, el encargado de las finanzas públicas del país resaltó que México se transforma y se ha decidido a cambiar.
Así lo demuestran los históricos cambios a nuestra Constitución y a las leyes, que han ocurrido en los primeros 18 meses de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, y que han sido posibles gracias a la visión y la responsabilidad del Congreso de la Unión, aseveró.
Señaló que las reformas aprobadas en este breve periodo de tiempo significan que México está decidido a hacer las cosas de una manera distinta, aprovechando la estabilidad económica que ha logrado construir en los últimos 20 años, y que es un país abierto al mundo, al comercio y a los mercados financieros.
Ahora México está dando los pasos para crecer, para crecer de manera vigorosa no solamente en los próximos meses, o en los próximos años, sino en las próximas décadas, sostuvo Videgaray Caso.
Ese, apuntó, es el objetivo fundamental de las reformas estructurales que han sido aprobadas por el Congreso de la Unión y que ahora le toca poner en práctica al gobierno de la República, al sector privado y a la sociedad mexicana.
Destacó que una de estas reformas es la financiera, cuyo objetivo es que haya más crédito y más barato, en especial para las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) y que la banca sea un verdadero aliado del crecimiento.
El secretario de Hacienda reiteró que esta reforma descansa en la solidez de la banca mexicana, que está bien capitalizada, con niveles adecuados de liquidez y de reservas bien administrados.
Además, anotó, la reforma financiera toma previsiones en ley para asegurar que la banca siga siendo una sólida y evitar que se repitan casos como el Fobaproa, con el cual se socializaron las pérdidas de los bancos tras la crisis de 1994-1995, y los mexicanos siguen pagando.