El primer túnel fue descubierto el martes pasado como resultado de una investigación de cinco meses realizada por diversas corporaciones estadounidenses.
Entre ellas figuran la Fuerza de Combate a Túneles de San Diego (SDTTF, por sus siglas en inglés) y la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE), señaló la vocera de este último, Lauren Mack.
El túnel tiene una extensión de más de 600 metros y un eje de 10 metros con un sistema de carga de bienes y tiene enlace con una bodega en el 10145 en Vía la Amistad en Mesa de Otay.
El túnel esta reforzado con maderas, cuenta con iluminación y un sistema rudimentario de rieles, indicó la ICE en un comunicado.
Un día después del hallazgo, los investigadores arrestaron a Glenny Rodriguez, de 73 años de edad y residente de Chulavista, acusada de supervisar las operaciones de la bodega.
La bodega era utilizada para guardar juguetes incluidos algunos de plástico de tres ruedas, cajas y televisores, explicaron las autoridades.
Un segundo túnel más sofisticado, de unos 700 metros y con un sistema de ventilación y de rieles eléctricos de multinivel, fue descubierto la víspera con ayuda de investigadores mexicanos en el 10005 de Marconi Drive.
Estos túneles tienen costos de varios millones de dólares en su construcción y son usados para introducir millones de dólares en drogas, señaló la fiscal federal Laura Duffy.
De acuerdo con el reporte, en el operativo no se encontraron drogas en ninguno de los dos túneles.
Autoridades federales han descubierto cinco túneles que cruzan de la frontera de México con Estados Unidos, en el condado de San Diego, en los últimos cuatro años.
Desde 2006 se han detectado al menos 80 pasajes subterráneos en la frontera, la mayoría de estos en California y Arizona.