Más líderes extranjeros, entre ellos el presidente venezolano Nicolás Maduro, continúan hoy llegando a Arabia Saudita para presentar sus condolencias por la muerte del rey Abdalá Bin Abdelaziz, ocurrida el jueves pasado a causa de una neumonía.
El nuevo rey Salman Bin Abdelaziz, quien accedió al trono el viernes después de la muerte del rey Abdalá, declaró este domingo día de fiesta nacional para proporcionar comodidad a todos los ciudadanos que ofrecen sus condolencias, informó la agencia de prensa saudita SPA.
Este domingo, Maduro, el presidente de Tanzania, Jakaya Kikwete, el primer ministro de Libia, Abdulá al-Thani, y el ministro del Interior de Singapur, Teo Chee Hean, arribaron a Riad para expresar sus condolencias y sus respetos al nuevo monarca.
El mandatario venezolano, quien llegó al aeropuerto internacional de Riad, capital de Arabia Saudita, presentó sus condolencias al nuevo monarca y reiterar su compromiso de reforzar los lazos de amistad y cooperación que unen a ambos países.
Maduro viajó a Riad acompañado de una pequeña comitiva, entre ella la canciller venezolana Delcy Rodríguez, entre otros.
Antes de llegar a Riad, Maduro recordó que el rey Abdalá fue gran amigo del también fallecido presidente venezolano Hugo Chávez. Ambos diseñaron la recuperación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), dijo.
Recordó que durante su visita a Arabia Saudita, efectuada el 10 y 11 de enero, asistió al centro de salud donde se encontraba el rey Abdalá.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, también tiene previsto viajar a Arabia Saudita el próximo martes para reunirse y dar su pésame al rey Salman, cortando una visita a India.
El rey Abddalá, quien falleció el jueves anterior a los 90 años de edad, había accedido al trono el 1 de agosto de 2005, convirtiéndose en el sexto rey de Arabia Saudita.
Ahora es sucedido por su medio hermano, Salman, quien en su primer discurso declaró que no habrá cambios en la política de este reino ultraconservador sunnita del Golfo Pérsico.
Horas después de la entronización de Salman, miles de sauditas acudieron a jurar obediencia y fidelidad a su nuevo monarca y al príncipe heredero Muqrin en un palacio real de Riad, tal como exige la tradición.