Los pasajeros de vuelos con destino a la Unión Europea (UE) pueden a partir de hoy llevar en su equipaje de mano líquidos adquiridos en las tiendas duty-free del país de origen del vuelo o a bordo de aeronaves de compañías no europeas.
El permiso es un primer paso dado por la Comisión Europea (CE) para suspender las restricciones al transporte de líquidos en aviones, adoptadas en 2007, a razón de un intento de ataque terrorista.
Hasta ahora, las autoridades europeas solo permitían circular en las cabinas de las aeronaves que entran en su territorio productos líquidos adquiridos en aeropuertos de países de la UE, mientras que todo lo demás debería ser despachado.
Bebidas, champús, cremas, aerosoles y geles comprados en aeropuertos de terceros países eran sistemáticamente confiscados durante conexiones en el territorio comunitario.
Con el cambio, esos productos pasarán a ser simplemente escaneados.
No obstante, para ser autorizados, deberán permanecer empaquetados dentro de bolsas plásticas selladas proporcionadas por las tiendas aeroportuarias.
Este primer paso fue planeado para incluir un número muy limitado de líquidos con el objetivo de minimizar cualquier perturbación posible en el funcionamiento de los aeropuertos, explicó la Comisión Europea en un comunicado.
De considerar la experiencia exitosa, Bruselas pasará a permitir gradualmente nuevas clases de líquidos, hasta suspender totalmente las restricciones de cara a 2016.
En cambio, las autoridades aeroportuarias deberán a escanear todos los líquidos transportados por los pasajeros.
Esto es parte de nuestra inversión para volver a los buenos viejos tiempos anteriores a 2006, donde no había restricciones a los líquidos, aerosoles y geles para todos los pasajeros, dijo en un comunicado el director general del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI), Olivier Jankovec.
La organización, que agrupa a 450 aeropuertos de 44 países europeos, estima que los operadores aéreos invirtieron unos 150 millones de euros para adaptarse a los cambios.