SAN LUIS, Missouri, EE.UU. (AP) Adquirir a John Lackey fue un negocio redondo para los Cardenales de San Luis.
Cobrando el salario mínimo de Grandes Ligas, 507.500 dólares, debido a una cláusula en su contrato, Lackey terminó con marca de 13-10 para un equipo que perdió a su as a inicios de la campaña. Y cuando los acérrimos rivales se midan por primera vez en una postemporada a partir del viernes, Lackey trabajará en contra de un viejo amigo.
El derecho de 36 años se medirá a Jon Lester, de los Cachorros de Chicago, un dueto que formó una combinación devastadora durante el campeonato de los Medias Rojas en la Serie Mundial de 2013.
“Me gustaría decir que estoy sorprendido, pero no lo estoy”, dijo Lackey el jueves. “Él es bueno. No es coincidencia que nos encontremos en esta época del año”.
Lackey fijó un récord personal con efectividad de 2.77 y trabajó de manera consistente para los Cardenales, que acumularon 100 victorias esta campaña, solidificándose como el líder de la rotación luego de que Adam Wainwright se desgarrara el tendón de Aquiles de la pierna izquierda a finales de abril.
Se ganó su puesto, con su férreo y agresivo comportamiento que hace recordar al ex estelar Chris Carpenter.
Lackey recibió 82,5 millones de dólares las últimas cinco campañas con el contrato que firmó con Boston, que incluía una opción condicional del equipo a cambio del mínimo para la temporada 2015. La condición se alcanzó una vez que se perdiera todo el 2012 mientras se recuperaba de una cirugía de reconstrucción del codo.
San Luis lo adquirió de los Medias Rojas el 31 de julio de 2014 y Lackey es elegible a la agencia libre al finalizar la temporada.
Lester y Lackey se combinaron para obtener tres victorias en el triunfo en seis encuentros sobre los Cardenales en la Serie Mundial de 2013. Lester tuvo foja de 2-0 con 0.59 de efectividad, mientras que Lackey resultó el ganador en el encuentro decisivo.
“Probablemente era el mejor del mundo en esos playoffs”, dijo Lackey. “Sabe competir y sin duda sabe cómo lanzar en esta época del año”.
Lester intentará igualar la excelente actuación del duelo de comodines de Jake Arrieta, quien el miércoles lanzó blanqueada de cuatro hits en el triunfo de 4-0 sobre los Piratas.
Lester pensaba que iría contra Michael Wacha, ganador de 17 partidos este año, pero el derecho tuvo marca de 2-3 con 7.78 de carreras limpias en el último mes de temporada y será el abridor en el tercer duelo de la serie. Cuando Lester se enteró que su rival monticular sería Lackey, pensó que era algo gracioso… y apropiado.
“Por momentos casi impondrá su voluntad, si es que eso tiene sentido”, dijo Lester. “Nuestra amistad va más allá de este juego, va más allá de nuestras carreras, pero mañana no seremos amigos”.
Con frecuencia, miles de aficionados viajan al norte o al sur para hacer que los visitantes se sientan en casa.
“Ni siquiera sabía que será la primera vez que nos enfrentemos en postemporada”, dijo el manager de los Cachorros, Joe Maddon, quien habló con elocuencia de la tradición de los Cardenales durante viajes previos a Busch Stadium esta campaña. “Pensé que era interesante, pero es algo creíble si uno observa cómo se dan estas cosas”.
“Mañana será un duelo vibrante, sin importar quien gane”, dijo el segunda base de los Cardenales, Kolten Wong. “Y cuando vayamos a Wrigley, sabremos que sin duda ese estadio estará vibrando”.
El calentamiento del jueves dio una buena noticia para los Cardenales, que observaron lo suficiente para creer que el estelar receptor, el puertorriqueño Yadier Molina, puede ser efectivo detrás del plato con una protección hecha a la medida de su pulgar izquierdo, que sufrió una torcedura de ligamentos. Al bate, el dedo será vendado para evitar mayor daño.
Molina se lesionó poniendo fuera en el plato a Anthony Rizzo de los Cachorros durante una jugada el 20 de septiembre en Chicago.