“Las dictaduras oprimen a sus disidentes“, agregó el mensaje de Leopoldo López leído por la tía del opositor Julieta López, quien reside en Ginebra. “El emperador no tiene ropa”, afirmó López en clara referencia al cuento de Hans Christian Andersen en el que un emperador manda a hacer un traje y unos pillos lo engañan diciéndole que la tela solamente puede ser vista por personas inteligentes.
El emperador, al no querer admitir que no puede ver dicha tela y no ser capaz de reconocer sus propias limitaciones, se lanza a un desfile por las calles sin ropajes hasta que un niño grita que “el emperador va desnudo” y se convierte en la burla del pueblo.
“Ayúdenme a liberar a mi sobrino”, clamó la tía de López, “ayúdenos a salvar a mi país Venezuela“, agregó después de narrar la situación en la que se encuentra el opositor venezolano, quien fue arrestado el pasado 18 de febrero acusado de asociación para delinquir, entre otros cargos.
El director ejecutivo de UN Watch y representante de una coalición de organizaciones no gubernamentales, Hillel Neuer, dijo que su organización hará todo lo posible para asegurarse de que “el caso de tu sobrino y de la gente de Venezuela sea el centro de atención en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas”, cuya sesión iniciará el próximo lunes. “Lamentablemente Venezuela fue electa para ser miembro del Consejo de Derechos Humanos, no obstante, deben ser llamados a rendir cuentas y deben ser llamados para que se haga justicia”, argumentó.
Activistas y miembros de organizaciones de la sociedad civil entrevistados por Notimex demandaron que el opositor venezolano Leopoldo López sea llevado ante una corte civil y tenga un juicio justo tal como corresponde a cualquier ciudadano. López en estos momentos se encuentra en Centro Penitenciario para Procesados Militares (Cenapromil) ubicada en las afueras de Caracas. Ahí fue trasladado el líder opositor del partido Voluntad Popular, quien se entregó a la justicia venezolana ante la mirada de miles de seguidores.
La Fiscalía emitió el pasado 18 de febrero una orden de aprehensión contra López por considerarlo responsable de los delitos de daños a la propiedad, determinación de incendio intencional, instigación pública y asociación para delinquir.
Se incluían también los cargos de terrorismo y homicidio por causa de las muertes de dos estudiantes y un expolicía miembro de los colectivos oficialistas de la parroquia 23 de enero. Este par de acusaciones se descartaron de la lista de imputaciones a Leopoldo López.
A consideración de algunos defensores de derechos humanos la prisión militar de Ramo Verde, tal como se le conoce a Cenapromil, ha sido utilizada como centro de detención para disidentes civiles desde el fallido golpe de Estado contra el fallecido Hugo Chávez en abril de 2002.
Allí estuvo recluido el dirigente sindical y expresidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, Carlos Ortega, involucrado en el levantamiento civil que buscaba la salida de Chávez, quien escapó de este recinto para exiliarse en Perú.
Permanecen detenidos cinco exagentes de la extinta Policía Metropolitana y el excomisario Iván Simonovis, quien fuera secretario de seguridad de la alcaldía metropolitana de Caracas, todos ellos, recibieron condenas de hasta 30 años por los sucesos del 11 al 14 de abril de 2002.