WASHINGTON (AP) Altos republicanos señalaron el domingo que trabajarán rápidamente para promulgar una nueva ley de cuidados de salud, pero no indicaron cuánto tiempo podría tomarles o qué reemplazarían de la versión del presidente Barack Obama.
Las dudas que rodean al futuro plan republicano han causado inquietud en componentes clave de la industria de cuidados de salud, incluyendo hospitales y aseguradoras que han advertido al Congreso sobre la incertidumbre.
“La reemplazaremos rápidamente después de derogarla”, dijo el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, republicano de Kentucky, quien se negó a dar un plazo más específico.
La ley de salud de 2010, que se aprobó sin votos republicanos, se convirtió en un punto focal de la política estadounidense. El presidente electo Donald Trump hizo campaña con la promesa de derogarla. Los legisladores republicanos están de acuerdo en que debe ser reemplazada.
Pero se mantienen indecisos sobre cómo deberían hacerlo, particularmente en la forma de pago de provisiones populares, incluyendo la cobertura de condiciones preexistentes y la habilidad de los padres para mantener a sus hijos en sus coberturas hasta que cumplan los 26 años de edad.
Un enfoque clave para los republicanos ha sido eliminar el mandato individual que obliga a todos los estadounidenses a tener seguro o pagar una multa. Pero sin ese requerimiento, las aseguradoras han advertido que no es viable desde el punto de vista financiero obligarlos a aceptar personas que tengan problemas médicos preexistentes.
Otra preocupación para algunos legisladores republicanos es desechar una ley que cubrió a 20 millones de personas sin ofrecerles un plan alterno.
El senador republicano de Kentucky, Rand Paul, tuiteó el viernes que habló con Trump y que el presidente electo “respalda totalmente” la derogación una vez que se presente un sustituto viable.
McConnell indicó que el primer paso se dará esta semana, cuando el Senado vote para derogar la ley. Con mayorías republicanas en ambas cámaras tras la elección de noviembre, se espera que se apruebe la anulación en ambas cámaras antes de que llegue a Trump, quien toma el cargo el 20 de enero.
El próximo jefe de gabinete de Trump, Reince Priebus, dijo que no quiere dar detalles más allá de indicar que el objetivo es actuar rápidamente.