El miércoles la orden de los Legionarios de Cristo a través de un documento pidió perdón por los abusos sexuales cometidos por su fundador, Marcial Maciel Degollado, contra seminaristas menores de edad.
El texto, difundido por la congregación, es producto de las reflexiones que tuvieron lugar durante el Capítulo General Extraordinario, una asamblea de representantes que sesiona en Roma desde el pasado 8 de enero.
Aunque suplicó la misericordia de Dios para Maciel, fallecido en 2008, se expresó con duros términos sobre su persona, algo que no había ocurrido públicamente hasta ahora.
Queremos expresar nuestro hondo pesar por el abuso de seminaristas menores de edad, los actos inmorales con hombres y mujeres adultos, el uso arbitrario de su autoridad y de bienes, el consumo desmesurado de medicamentos adictivos y el haber presentado como propios escritos publicados por terceros, indicó.
Añadió que resulta incomprensible la incoherencia de seguirse presentando durante décadas como sacerdote y testigo de la fe, mientras ocultaba esas conductas inmorales, y aseguró que esa situación se reprueba firmemente.
Nos apena que muchas víctimas y personas afectadas hayan esperado en vano una petición de perdón y de reconciliación por parte del padre Maciel y hoy queremos hacerla nosotros, expresando nuestra solidaridad con todas ellas, estableció.
El texto reconoció con tristeza la incapacidad inicial de creer los testimonios de las personas que habían sido víctimas de Maciel, el largo silencio institucional y, más adelante, los titubeos y errores de juicio a la hora de informar a los miembros de la congregación y a las demás personas.
Pedimos perdón por estas deficiencias que han aumentado el dolor y desconcierto de muchos, añadió.
Además confirmó que no se puede proponer a Maciel como modelo, ni sus escritos personales pueden ser guía de vida espiritual alguna.
Aunque señalaron que deben reconocer su condición de fundador, aclararon que una congregación religiosa y sus rasgos esenciales no tienen origen en la persona del fundador, ya que son un don de Dios que la Iglesia acoge y aprueba y que después vive en sus miembros.
El escrito pretende ser un descargo definitivo sobre la situación del fundador y poner punto final sobre su persona. De ahí el tono tan duro y el reconocimiento de todas y cada una de las irregularidades surgidas en su entorno.
Entre otras cosas la Legión entonó un mea culpa por sostener una comprensión inadecuada del concepto de fundador, promoviendo una exaltación excesiva y una visión acrítica de la persona de Maciel que llevó a dar un valor universal a sus indicaciones y a aferrarse demasiado a ellas.
En varias partes la declaración reiteró un pedido de perdón a todas las víctimas y personas afectadas por el fundador, así como a todas las personas cuyo dolor y desconcierto aumentó por las deficiencias en el proceso, y a quienes han dejado la congregación por no haber sido escuchados.
Asimismo el documento incluyó otros detalles como, por ejemplo, un balance financiero y el resultado de varias auditorías (internas y externas) durante las cuales no se han encontrado malversaciones de dinero u otras irregularidades en los ejercicios fiscales revisados.
Sabemos que éste es el inicio de un camino y que nos queda mucho por hacer. Todo esto exige no sólo un cambio de textos legislativos, sino una conversión continua de mente y corazón. Estamos comprometidos a continuar con humildad este proceso de renovación y conversión, ponderó.