El ciclón bomba de frío extremo que ha azotado el sur de Canadá y el norte de Estados Unidos desde el 26 de Diciembre ha hecho que las famosas Cataratas del Niágara se estén congelando parcialmente por las abruptas temperaturas que han llegado a rozar los -23º.
La fina lluvia que se desprende de las caídas de agua se congela de inmediato tiñendo árboles, sendas peatonales, acantilados y miradores de un blanco radiante. Lo que produce un espectáculo para los visitantes que consiguen hacer frente a las gélidas temperaturas para tomar hermosas fotografías del paraíso invernal.
Aunque todo alrededor a su alrededor está congelado, el agua sigue fluyendo y creando una fina llovizna en las tres cascadas que conforman la turística frontera natural entre Estados Unidos y Canadá.
El viento del oeste suele soplar hacia el lado estadounidense, explicó el meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional Steven Welch, donde la humedad viste cada centímetro de blanco.
Aunque la espectacular escena de una cascada de hielo aún no se ha formado. Las Cataratas del Niágara se congelaron por completo en 1848, mientras que Bridal Veil Falls y American Falls se congelaron en 1936, según los registros.
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