Ningún país debe poder utilizar la energía para oponerse a las aspiraciones de un pueblo. No podemos permitir que (la energía) sea usada como arma política o instrumento de agresión, sostuvo tras una reunión con la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, en Bruselas.
La cita ocurrió en el marco del quinto Consejo de Energía UE-Estados Unidos, un foro regular creado para reforzar la cooperación y promover la seguridad energética en las dos potencias. John Kerry señaló la importancia de diversificar las fuentes de suministro de gas y petróleo tanto en Estados Unidos y la UE como en Ucrania, con el fin de garantizar la seguridad energética.
Reiteró el compromiso de su país y de la mancomunidad para ayudar a la ex república soviética a desarrollar un canal para abastecerse de gas a través de Eslovaquia, Polonia o Hungría, reduciendo su dependencia de las exportaciones rusas. Además, confirmó la posibilidad de exportar a Europa el gas de esquisto producido en Estados Unidos.
La UE y Estados Unidos reconocemos que los problemas de seguridad energética nuestros y de nuestros amigos suponen desafíos comunes y estamos considerando nuevos esfuerzos de colaboración para atajar esos desafíos, afirmaron Kerry y Ashton en una declaración conjunta emitida al final del consejo.
El documento recuerda que Ucrania deberá emprender reformas para tornar su mercado energético más competitivo y paliar el impacto del alza en el precio del gas sobre los hogares más pobres. Por otra parte, advierte a Rusia de que sus relaciones en materia de energía deben estar basadas en reciprocidad, transparencia, justicia, no discriminación, apertura a la competitividad y cooperación continuada.