La sonda espacial de la NASA, Juno, mostró por primera vez un caos de tormentas en Júpiter, cuya composición y comportamiento no se parece a nada que se haya visto anteriormente en todo el Sistema Solar.
En agosto del año pasado se lanzó dicha sonda, la cual realizó su primer sobrevuelo hasta los polos de Júpiter. La nave pasó exitosamente la radiación que emite el mayor planeta del Sistema Solar.
Las tormentas observadas alcanzan hasta los 1,400 kilómetros de diámetro. Este panorama sin orden es totalmente diferente al que se había observado en su país vecino, Saturno, donde se observa una descomunal tormenta hexagonal con un vórtice bien diferenciado.
Las imágenes mostradas por la NASA, develan que ambos polos del planeta Júpiter están plagados de ciclones con forma ovalada.
Según los expertos, se muestran datos de temperatura con en los cuales se concluye que grandes cantidades de amoniaco emanan de las zonas más profundas y contribuyen a formar las tormentas observadas.
En uno de los estudios publicados, los científicos de la misión, también destacan la existencia de una descomunal nube de unos 7,000 kilómetros de diámetro que se encuentra muy por encima del resto en el polo norte y sin que nadie pueda explicar cómo ha podido llegar hasta ahí.
Juno es la primera sonda que órbita Júpiter desde hace más de una década. Hasta ahora, el récord de acercamiento al gigante gaseoso lo ostentaba la Pioneer 11 de la NASA, que pasó a 43,000 kilómetros de las nubes. Juno se ha acercado diez veces más, lo que ha permitido medir al detalle la intensidad del campo magnético del planeta.