La renuncia de Pierson, una veterana con 30 años de antigüedad en el servicio, fue aceptada por el presidente Barack Obama un día después de que la funcionaria aceptó incumplimientos en los protocolos de custodia al mandatario y su familia.
Pierson llegó a la titularidad del Servicio Secreto para corregir la cultura permisiva que derivó en el llamado Prosti-gate registrado en Colombia cuando agentes del Servicio Secreto contrataron a prostitutas en el marco de la Cumbre de las Américas.