Jóvenes piden finalizar deportaciones en Estados Unidos

Los jóvenes provienen de los distritos electorales del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, en Ohio y del titular del Comité Judicial, Bob Goodlatte, en Virginia, para presentar sus demandas en un simbólico informe sobre el estado de los indocumentados.

“Obama ha deportado a casi dos millones de personas, mientras que el presidente (camaral) Boehner ha secuestrado la reforma migratoria”, denunció desde el templete Antonio Castañón, un joven mexicano procedente del Distrito Federal. “Antes que termine el día otras 11 mil personas van a ser deportadas por el presidente Obama (…) Estamos en el camino hacia la justicia, pero hay personas que bloquean esa ruta”, remarcó.

Durante la ceremonia en el edificio Rayburn del Capitolio, sede del Congreso, algunos coreaban consignas contra las deportaciones mientras otros ejecutaban un singular aplauso con el chasquido de los dedos, en lugar de las palmas de las manos.

El acto tuvo lugar después que Obama pidió al Congreso aprobar una reforma migratoria en 2014, durante su mensaje sobre el Estado de la Unión y después que el liderazgo republicano presentó sus principios para un plan migratorio.

El plan de los conservadores prioriza la seguridad en la frontera y plantea una legalización sin una “ruta especial” a la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes indocumentados. Sólo algunos hijos de indocumentados tendrían esa opción bajo ciertas condiciones.

Ricardo Andrade, originario de la central ciudad mexicana de Morelia, viajó al Capitolio acompañado de su esposa, una ciudadana estadounidense, y de sus dos hijas para pedir a los legisladores que pongan un alto a la separación de las familias y aprueben una reforma migratoria. “Queremos que nos ayuden pues, que pongan de su parte, porque nosotros no estamos aquí como una plaga (…) nosotros estamos aportando y sacando este país adelante y tenemos derechos”, señaló.

Su esposa Irene lamentó que como ciudadana estadounidense, nacida en California, se siente “triste y decepcionada” que su esposo enfrenta el riesgo potencial de una deportación que lo separe de sus dos hijas, de dos y seis años de edad. “Somos humanos, no es para que nos traten a nuestras familias así”, dijo sin poder contener las lágrimas.

Los jóvenes pertenecen a la organización United We Dream, que alberga a los llamados “soñadores”, los hijos de inmigrantes indocumentados que fueron traídos a Estados Unidos siendo menores de edad.

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