Las Naciones Unidas nos están tirando de las orejas, dijo Mujica en declaraciones divulgadas este miércoles por el portal del diario uruguayo El País, al comentar las observaciones de la JIFE sobre el proyecto de legalización de la marihuana en Uruguay.
Les vamos a dar tanta pelota como le dan las grandes potencias. Les vamos a ganar el partido, aseveró el jefe de Estado tras recibir en Montevideo el premio Internacional Monseñor Leónidas Proaño por su contribución a los derechos humanos.
El martes, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) planteó que Uruguay debe desistir de su plan para legalizar la venta de marihuana porque pondrá en grave peligro la salud pública.
Preocupan a la JIFE algunas iniciativas que tienen por objeto legalizar el consumo de cannabis con fines que no son ni médicos ni científicos, indicó el organismo internacional, que forma parte del sistema de Naciones Unidas.
Advirtió que esas iniciativas, de seguir adelante, pondrían en grave peligro la salud pública y el bienestar de la sociedad, que es precisamente lo que los Estados se propusieron proteger cuando concibieron los tratados.
En respuesta, el embajador uruguayo Milton Romani rechazó los planteamientos de la JIFE y consideró que la entidad parece obsesionada por las iniciativas, no sólo la de mi país, sino de la región, de cambio en los modelos de regulación de las drogas.
El representante de Uruguay ante la Organización de Estados Americanos (OEA) advirtió que el informe anual de la JIFE tiene un sesgo muy evidente, no sólo se extralimita en las funciones específicas que le asiste como órgano cuasi jurisdiccional.
La JIFE toma abiertamente partido por una visión muy restringida no sólo de los modelos de fiscalización, sino de las políticas actuales, señaló Romani, tras subrayar que el organismo no puede ser juez y parte. Menos aún prejuzgar.
Una cosa es en su función de supervisor de las Convenciones, dialogar sobre tal o cual medida, en el sentido que pueden estar en conflicto con las Convenciones, y otra es hacer afirmaciones que exigen un debate y una explicitación científica”, enfatizó.