José Bonifácio de Andrada e Silva nació el 13 de junio de 1763 en Sao Paulo, Brasil, desempeñándose como político y científico brasileño.
Cursó sus estudios en derecho, ciencias físicas y biológicas, viajando a Francia para estudiar mineralogía, aunque como parte de sus estudios también recorrió Alemania, Italia, Suecia, Dinamarca y Noruega, permaneciendo hasta 1819 en Portugal.
Es en 1822 cuando llega a Río de Janeiro, donde llegó a ser ministro y principal consejero del príncipe regente Don Pedro, quien se convertiría en Pedro I de Brasil.
Fue pieza fundamental de la lucha para que el país se encaminara hacia la independencia bajo el régimen monárquico constitucional.
Fue el encargado de redactar el manifiesto del seis de agosto de 1822.
Tras haber finalizado la independencia, rompió toda relación con el emperador brasileño, ejerciendo una fuerte oposición dentro de la Asamblea. Con la disolución de la Constituyente, fue a buscar exilio en Francia.
Regresó a Brasil y fue entonces que lo designó el propio Pedro I, cuando este ya se encontraba en el trono del país amazónico, como tutor de su hijo, quien a la postre se convertiría en el emperador Pedro II.
José Bonifácio falleció el seis de abril de 1838 en Río de Janeiro.
Al decir que fue pieza fundamental de la independencia de Brasil de Portugal, se menciona que Bonifácio fue el encargado de organizar a los focos de la resistencia, comandando de igual manera la política centralista.
A pesar de haber estado dentro de los dos bandos de la lucha por la independencia, siempre será recordado como el “padre” de este movimiento de independencia que se ejerció en Brasil.
Hoy en día Brasil pasa por una severa crisis financiera, aunada a escándalos de corrupción que envuelven a los altos funcionarios del país con mayor extensión en sudamérica.