Javier Duarte de Ochoa, quien fuera gobernador del estado de Veracruz, aceptó ante un tribunal de Guatemala el allanarse al proceso de extradición para enfrentar “lo más pronto posible” las acusaciones en su contra, mismas que el funcionario calificó de “infundadas, ligeras, vagas, imprecisas e irrisorias” y que vienen del “gobierno fallido” de Yunes Linares.
“Por considerarla irrisorias y una falta de respeto a las autoridades aquí presentes, circunstancia que hace que perdamos el tiempo, he determinado allanarme para enfrentar lo más pronto posible la justicia ante las autoridades de mi país, es decir, en términos coloquiales, acepto la extradición que el gobierno de la administración actual, gobierno fallido por ciento, esté haciéndome en torno a este caso”, dijo.
“¿Usted renuncia a plantear cualquier acción ordinaria o constitucional en esta nación?”, le cuestionó Saúl Martínez, titular del Tribunal Tercero de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente.
“Sí, renuncio”, respondió de manera tajante el ex gobernador, quien fue detenido el 15 de abril pasado en el departamento de Sololá, municipio de Panajachel, Guatemala, tras seis meses en fuga.
Ante esta revelación, el Ministerio Público de Guatemala solicitó que, sin más trámite, se aprobara dicho allanamiento, aunque hizo la petición de que Duarte de Ochoa permanezca preso, esto debido a que el Tribunal Quinto de Sentencia procesa otra solicitud de extradición, a lo cual accedió el Tribunal.
“Este tribunal ha determinado aceptar el allanamiento, como consecuencia de ello ordenamos suspender el proceso de extradición y en consecuencia, sin más trámite, se acoge la petición de extradición a (México) del señor Javier Duarte de Ochoa”, dijo el juez Martínez.
El ex gobernador mencionó, al hacer uso de la palabra, que esta decisión se basa en la premisa de “no hacer perder el tiempo” ni “faltar al respeto” a las autoridades de Guatemala, al insistir que las acusaciones son irrisorias.