Abe y la presidenta brasileña Dilma Rousseff encabezaron este viernes una ceremonia oficial en el Palacio de Planalto, en Brasilia, en la que se firmaron nueve acuerdos bilaterales de carácter público y privado.
Entre los acuerdos destacan los 500 millones de dólares concedidos por Japón a Brasil para construir ocho barcos petroleros y otros 200 millones de dólares para desarrollar plantaciones agrícolas en este país sudamericano.
Asimismo, se establecieron varios acuerdos entre bancos japoneses y empresas brasileñas, como la petrolera Petrobras.
Lo más notable fue el acuerdo para elevar las relaciones al rango de asociación estratégica, lo que, según Rousseff, contribuirá a intensificar los contactos a nivel político y económico entre Brasil y Japón.
Representantes de varias empresas japonesas acompañan a Abe, quien visita Brasil en el marco de una gira por Latinoamérica, que incluye a México, Trinidad y Tobago, Colombia y Chile.
Los hombres de negocios pidieron a Rousseff que permita una mayor entrada a la inversión extranjera y flexibilice la legislación fiscal y arancelaria.
La gira de Abe está marcada además por la proximidad con la realizada por el presidente chino Xi Jinping, en momentos en que el gigante asiático se erige como una gran potencia comercial, inversora y diplomática en América Latina.
Con 261 mil millones de dólares de comercio bilateral en 2013, China se ha convertido en el segundo mayor socio comercial de América Latina y el Caribe, según fuentes oficiales chinas, y en el tercer mayor inversor extranjero de la región.
Más de 65 mil millones de dólares fueron invertidos por compañías chinas en América Latina, sobre todo en sectores vinculados con los recursos naturales (petróleo, minerales, producción agrícola), de acuerdo con las fuentes.