James Comey fue destituido de su cargo como director del FBI por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, después de que el portal de internet ProPublica, develara que el ex director había mentido al Senado, además de exagerar acerca de la gravedad de los riesgos para la seguridad nacional de los Estados Unidos por el uso del correo electrónico de Hillary Clinton.
Aunque la parte demócrata del gobierno de los Estados Unidos ven este acto como protección para el mismo Donald Trump por el hecho de haber aniquilado al máximo responsable de la investigación entre su campaña y el Gobierno ruso.
El senador demócrata Bob Casey ha comparado este caso con el de la llamada Masacre del Sábado por la Noche de 1973, cuando el entonces presidente Richard Nixon, destituyó al fiscal encargado del caso Watergate, siendo un escándalo de espionaje a la oposición por el cual tuvo que dimitir de la presidencia nueve meses después.
La decisión que ha tomado Donald Trump sorprende por los elogios que había realizado anteriormente hacia Comey. El hecho de que haya despedido de manera inmediata al director de la agencia de investigación ha desatado la polémica, pues la actualidad del gobierno de Donald Trump respecto a las investigaciones de las presuntas relaciones entre las elecciones presidenciales estadounidenses y Rusia siguen presentando problema para el mandatario de la Unión Americana.
En estas últimas semanas Comey ha vuelto a los titulares de los periódicos después de los periodos electorales al confirmarse las investigaciones del FBI sobre los lazos del equipo de campaña de Donald Trump con Rusia.
James Comey había llegado a la dirección del Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés)en el 2013 tras la designación que le hizo Barack Obama cuando éste se encontraba dando clases de derecho en la Universidad de Columbia en Nueva York.