TEL AVIV, Israel (AP) Decenas de miles de israelíes y el ex presidente estadounidense Bill Clinton conmemoraron el sábado el vigésimo aniversario del asesinato del primer ministro Itzjak Rabín, reuniéndose en la plaza de Tel Aviv en la que un extremista judío lo baleó al tiempo que recordaron las exhortaciones del político a favor de la paz.
El evento, al que asistieron unas 100.000 personas, constituyó una inusual exhibición de fuerza de la oposición pacifista de Israel, en la que oradores y manifestantes censuraron las políticas radicales del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Los manifestantes sostenían pancartas que decían “Basta de generar temores, sí a la esperanza” y “Paz ya”. Clinton los alentó a que preserven el legado de Rabín.
“Él se rehusó a renunciar a su sueño de paz frente a la violencia”, declaró Clinton ante el aplauso de los manifestantes. El mandatario estadounidense forjó estrechos vínculos con Rabín cuando ambos gobernaron sus respectivos países.
“El próximo paso será determinado si es que ustedes deciden darle la razón a Itzjak Rabín, que ustedes tienen que compartir el futuro con sus vecinos… Que los peligros para la paz no son tan graves como los peligros de alejarse de ella. Quienes lo queríamos y queremos a su país oramos para que ustedes tomen la decisión correcta”, afirmó.
La manifestación anual se ha convertido en un peregrinaje para los israelíes que rinden homenaje a Rabín. Sin embargo, con el paso de los años se ha desvanecido el recuerdo de este magnicidio que conmocionó a Israel, al igual que las perspectivas para la paz.
Rabín fue asesinado a balazos el 4 de noviembre del 1995 al término de una manifestación por la paz a manos de Yigal Amir, un extremista judío ultranacionalista opuesto a la política del primer ministro de entregar territorio a cambio de la paz con los palestinos.
Desde entonces, los repetidos esfuerzos para concretar la paz han fracasado y derivado en brotes de violencia. Ahora, en medio de otra oleada de agitación sangrienta, muchos en Israel se preguntan si la paz será posible alguna vez.
Con Clinton como mediador, el gobierno de Rabín negoció el primer acuerdo provisional de paz con los palestinos en 1993. Por este acuerdo, Rabín, su ministro del Exterior, Shimon Peres, y el dirigente palestino Yaser Arafat recibieron el premio Nobel de la Paz.
En la plaza que ahora lleva el nombre de Rabín, los manifestantes ondearon banderas israelíes y pancartas a favor de la paz, al tiempo que diversos músicos ejecutaron canciones pacifistas.