Jerusalén, 4 Dic (Notimex).- La reciente detención de varios miembros de un grupo ultraortodoxo judío acusados de quemar a una familia palestina en Cisjordania, abrió cierta esperanza de que la justicia israelí ponga freno a la impunidad de estas organizaciones.
“Las acusaciones son una rareza cuando los soldados o colonos israelíes recurren a la violencia contra los palestinos y las investigaciones pueden durar años antes de ser cerrada la misma, absolviendo a los culpables”, señaló el abogado Brad Parker.
Paker, funcionario de la organización Defensa Internacional de los Niños-Palestina (DCIP), dijo que “en un contexto donde la impunidad es la norma, cualquier número de razones podrian ser argumentos para que los acusados reciban sentencias indulgentes”.
El historial de la justicia israelí hacia este tipo de violencia contra los palestinos, que rara vez ha acusado algún sospechoso de estos ataques, habla por sí mismo, comentó el abogado a la cadena qatarí Al Yazera.
El ataque con bombas incendiarias llevado a cabo en la aldea de Duma, cerca de Nablus, que causó una gran indignación internacional en julio pasado, es visto como uno de los detonantes de la ola de violencia que desde hace dos meses golpea a Israel y Palestina.
En este marco, dos palestinos fueron abatidos este viernes por fuerzas de seguridad, luego que apuñalaron a un soldado de las Fuerzas de Defensa de Israel en Hebrón.
Apenas ayer, un atacante palestino causó heridas con un arma de fuego a un soldado y a un civil en un puesto de control cercano a Jerusalén, y otro hirió con un cuchillo a un policía cerca de las murallas de la Ciudad Vieja.
El atentado de Duma, cometido en plena noche de verano cuando la familia Dawabasha dormía con las ventanas abiertas, desató la inmediata reacción del gobierno de Benjamín Netanyahu, que lo calificó de “acto terrorista”.
Varios testigos del ataque afirmaron que vieron huir del lugar a al menos dos hombres enmascarados en dirección de un asentamiento israelí de colonos cercano.
Los agresores dejaron dibujada en las paredes de la casa incendiada una estrella de David y escribieron en hebreo la expresión “el precio a pagar”, equivalente a una venganza bíblica, y “¡Viva el Mesías!”.
“Los niños palestinos y sus familias viven cada vez más en los pueblos y ciudades cercados por la expansión de las comunidades de colonos judíos que a menudo son violentos”, señaló Paker.
“Los ataques contra escuelas, asaltos a viviendas y el maltrato físico de los niños se están produciendo en toda Cisjordania como consecuencia de la proximidad a estos asentamientos”, agregó.
“No sería suficiente, incluso si ellos (los detenidos) fueron condenados a muerte. No voy a quedar satisfecho por cualquier sentencia ya que ninguna pueda traer a mi familia de vuelta”, dijo Hussein Dawabsheh, padre de una mujer que murió en el ataque.
Un bebé de 18 meses murió carbonizado en el acto y sus padres fallecieron a las pocas semanas a consecuencia de las graves quemaduras que sufrieron.
“El régimen israelí les ha dado a los colonos una licencia para matar, dándoles la libertad para entrar en los pueblos palestinos” y ejecutar sus ataques con toda impunidad, afirmó Dawabsheh.
“Todavía estamos muy lejos de la justicia para la familia Dawabsheh. No está claro cuántos de los presuntos autores serán acusados de asesinato, y desde ese punto estamos a meses de distancia sobre un posible veredicto”, sentenció Parker.
La policía israelí mantiene desde hace varios días un estricto apagón informativo sobre el caso porque teme que los abogados de los detenidos puedan maniobrar para invalidar pruebas.