Investigan centro de pruebas de Volkswagen en EEUU

OXNARD, California, EE.UU. (AP) — Cuando Volkswagen inauguró su centro de evaluación de contaminaciones cerca de la costa de California, un directivo de la automotriz alemana ayudó a cortar la cinta azul y encabezó la inspección de un laboratorio de tecnología tan avanzada que VW se jactaba que el aire en el interior era más limpio que en los campos de fresas circundantes.

Tres años después, tras la confesión de VW de que manipuló los resultados de las emisiones en 482.000 vehículos diésel en Estados Unidos para que parecieran menos contaminantes, se multiplican las preguntas sobre el único centro de pruebas de la empresa en América del Norte. ¿Hubo cómplices de la trama en las instalaciones? ¿O los empleados, como tanta gente, desconocían lo que sucedía?

El centro en Oxnard, unos 90 kilómetros (60 millas) al noroeste de Los Angeles, fue construido con ayuda de un bono público de 10 millones de dólares exento de impuestos e inaugurado en 2012.

Volkswagen consideraba la instalación un elemento crucial para su estrategia multimillonaria de crecimiento en Estados Unidos, en parte porque los vehículos respondían a los estándares de emisiones más estrictos del país. En el laboratorio, los autos son sometidos a una serie de análisis para determinar si la contaminación que provocan es tan baja como sostiene la publicidad empresaria.

Si bien no existen pruebas de que Oxnard tuvo participación en el fraude, el centro sin duda atraerá a los investigadores tanto del gobierno como de los abogados que se aprestan a demandar a VW.

“Esa sería una de las instalaciones más importantes de mi lista de lugares a investigar, sea mediante citaciones u órdenes de cateo”, dijo William Carter, ex fiscal federal en Los Angeles que se especializó en delitos ambientales. “Uno querría explorar el interior”.

Los investigadores querrán saber si alguien en Oxnard estaba enterado de los “artefactos tramposos” que VW reconoce haber instalado en modelos de 2009 a 2015. El “artefacto” es un término en informática del motor que engañaba las pruebas de emisiones diésel en Estados Unidos; 11 millones de motores en el mundo contenían ese programa. El escándalo obligó al máximo directivo de VW a renunciar y podría costarle 18.000 millones de dólares en multas en Estados Unidos además de un alud de demandas civiles y penales en el país y el mundo.

California ha iniciado su propia investigación criminal, pero la procuraduría estatal se negó a informar si Oxnard estaba incluido en ella. Un vocero del Departamento de Justicia dijo que los procuradores colaboran estrechamente con investigadores de la Agencia de Protección Ambiental, pero se negó a decir más.

Dos bufetes de abogados han mencionado al centro en demandas contra VW.

“Me muero por saber si había algo en esas instalaciones” relacionados con el artefacto tramposo, dijo el abogado Graham LippSmith, quien ha demandado a VW por daños causados por fraude y negligencia a nombre de propietarios de vehículos diésel VW en California.

Volkswagen se negó a responder preguntas sobre lo que llama el Centro de Pruebas California y se limitó a distribuir el mismo material que en la inauguración en 2012. Se negó a permitir un recorrido de las instalaciones y los guardias de seguridad obligaron a un periodista de The Associated Press a abandonar el recinto.

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