Gracias al tropezón de un niño durante una excursión familiar, el mundo posee una nueva maravilla prehistórica.
Jude Sparks, de 10 años, realizaba una excursión en el desierto cerca de Las Cruces cuando tropezó con lo que resultó ser el colmillo fosilizado de un estegomastodonte, una bestia similar al elefante de hace 1,2 millones de años.
La familia se comunicó con el profesor Peter Houde, de la Universidad Estatal de Nuevo México, quien junto con su equipo pasó una semana desenterrando el cráneo.
Houde calcula que el cráneo entero pesa alrededor de una tonelada.
Dice que el estudio y Ia reconstrucción tomarán varios años, y luego será puesto en exhibición.
¡Increíble! Aunque es muy posible que casi todos los grandes descubrimientos sean producto de un accidente como este. ¿No crees?