En el segundo día de luto en la nación, miles de personas recordaron a las víctimas frente al club nocturno Colectiv, en el 4to distrito de Bucarest, que el viernes fue escenario de la tragedia que ha dejado hasta el momento 30 fallecidos además de las decenas de quemados.
En otra muestra de dolor, miles marcharon en silencio el domingo en la tarde por la capital mientras portaban flores y fotografías de las víctimas fatales. Bucarest tiene tres millones de habitantes.
Unas 140 personas continuaban internadas en diversos hospitales en la capital rumana. De la cifra, 90 se encuentran en condición grave, dijo Raed Arafat, funcionario para situaciones de emergencia. Agregó que la cifra de fallecidos podría duplicarse.
La atención de las víctimas del incendio en el club nocturno es más complicada que tratar a alguien con una quemadura focalizada, afirmó Arafat.
“Muchos sufrieron quemaduras en la tráquea y pulmones, situación que se agrava por el tipo de gases nocivos que emiten el hule espuma y el mobiliario, que despiden sustancias tóxicas como cianuro. Además muchas personas fueron pisoteadas”, agregó.
“Desde este punto de vista, se reducen el pronóstico y las posibilidades (de supervivencia de los hospitalizados)”, afirmó.
Ioan Lascar, doctor en el Hospital de Emergencias Floreasca, coincidió en que podría aumentar “considerablemente” la cifra de muertos debido a las severas quemaduras de muchos de los heridos.
“El tratamiento de las quemaduras es el más complicado y costoso imaginable”, agregó. “Estamos hablando de una hospitalización de largo plazo: un mes, mes y medio, dos, incluso más tiempo”.
Lascar dijo que el hospital de emergencias efectuó 11 traqueotomías el fin de semana para ayudar a las víctimas del accidente a que pudieran respirar ante las quemaduras que sufrieron en los pulmones.
En este procedimiento se efectúa al paciente una incisión en la tráquea, después de inserta en el orificio un tubo que es conectado a un ventilador mecánico que provee mayor cantidad de oxígeno a los pulmones.
En medio del anuncio de los médicos de que otras tres víctimas habían fallecido el domingo, las personas se reunieron afuera del club cerrado, algunas lloraban y otras permanecían en silencio aturdidas por la tragedia, la mayor de su tipo en Rumania.
Los periodistas y policías que efectuaban sus labores también se veían contagiados por la muestra multitudinaria de dolor y emoción.
Algunas personas depositaban crisantemos blancos y amarillos, uno de ellos envuelto en una partitura musical, y colocaron veladoras blancas que formaron un mar de pequeñas flamas parpadeantes, en un eco del infierno que se desató en el club nocturno ubicado en el sótano de un inmueble en mal estado de cuatro niveles durante un concierto de rock de la banda Goodbye to Gravity.
Por su parte, los expertos forenses comenzaron las primeras autopsias de las víctimas.
Los primeros resultados forenses apuntan a envenenamiento por monóxido de carbono, humo y gas tóxico como las principales causas de muerte entre las víctimas, dijo la agencia noticiosa rumana Mediafax. El ministro de Salud, Nicolae Banicioiu, dijo que la mayoría de las personas falleció por intoxicación.
En medio de las lágrimas en Bucarest el domingo hubo brotes de ira y exigencias de que se castigue a quienes se considere responsables de lo sucedido. Testigos dijeron que el incendio comenzó cuando el espectáculo de fuegos artificiales encendió el hule espuma, lo que provocó una estampida hacia la única salida que tenía el lugar.
“Los propietarios del club nocturno y las autoridades deben ser castigadas por permitir que esto sucediera”, dijo Anne-Marie Duminica, de 36 años. “Espero que se pudran en prisión”.
Suscitó una ira generalizada que el club tuviera solo una puerta de salida, que el grupo de rock utilizara fuegos artificiales en su repertorio y que el techo y los pilares estuvieran cubiertos con hule espuma inflamable. También hay críticas contra las laxas normativas antincendios de Rumania.
La policía continúa la compilación de pruebas en el lugar de la tragedia.
Duminica, asesora del gobierno para pequeños negocios, consolaba a su amiga Alexandra Sivu, cuyo mejor amigo, bloguero y fotógrafo Claudiu “Bubu” Petre, murió en una ambulancia después de que regresara en su intento por salvar a otros cuando el incendio estaba en todo su furor.
El gobierno declaró el sábado tres días de luto oficial.