Los paros realizados siguen a los organizados en noviembre pasado, cuando igualmente cientos de empleados en la ciudad se movilizaron en busca de un alza a los 7.25 dólares por hora que reciben por sus servicios. Las movilizaciones son especialmente notables porque los empleados de la industria de la comida rápida en Estados Unidos no cuentan con sindicatos, por lo que la solidaridad con los paros sucede prácticamente de manera espontánea entre los empleados.
Las manifestaciones comenzaron desde las 06:00 de la mañana en varios de los restaurantes localizados en los cinco condados de la ciudad, y tienen como objetivo unirse en una marcha multitudinaria en el parque Marcus Garvey, ubicado en el barrio de Harlem.
Las protestas fueron impulsadas por el organismo Fast Food Forward, que esta mañana contaba con el apoyo y la solidaridad de casi 12 mil personas, que habían enviado misivas a las empresas del sector para solicitar un aumento de sueldo para sus empleados.
El organismo que calculó que al menos 500 personas se unirían al paro laboral indicó que buscaba además la posibilidad de que los empleados de las cadenas de comida rápida pudieran formar sindicatos sin temor a la intimidación.
Se quejó que mientras los empleados del sector “apenas ganan lo suficiente para subsistir”, las corporaciones para las que laboran entre las que destacó a McDonalds, Wendys, Taco Bell, KFC y Pizza Hut son parte de una industria que genera 200 mil millones de dólares al año.
“Estas corporaciones cosechan enormes ganancias y premian a sus directores con exorbitantes compensaciones mientras que muchos de sus empleados deben recurrir a estampillas de alimentos”, manifestó el organismo. Expresó que muchos de estos trabajadores no cuentan con los recursos para darles un mejor futuro a sus familias para sufragarse un retiro digno o para ingresar a la universidad.