Jakki Ballan, de 48 años, parece una mujer inglesa normal; sin embargo, gasta al menos 15 mil dólares al año en su adicción por los refrescos y asegura que ha llegado a sufrir alucinaciones por la sobredosis de azúcares.
Su adicción la lleva a consumir dos latas cada hora, es decir, un promedio de 50 refrescos al día.
Ballan es madre de cinco hijos y empezó a beber refresco cuando tenía 14 años. Continuó haciéndolo hasta que perdió su trabajo y ya no pudo pagar tantas.
Por eso, de los 19 litros que bebía, ahora solo bebe 10. No se sabe si padece de diabetes o alguna otra enfermedad.