Los bomberos luchaban con temperaturas que rondaban los 40 Celsius (100 F) y con ventarrones mientras trataban de contener las llamas alimentadas por yerba y arbustos crocantes por la sequía. Dos bomberos sufrieron lesiones menores por calor e inhalación de humo.
El peor de los incendios se registró en la ciudad costera de Carlsbad, a unos 50 kilómetros (30 millas) al norte de San Diego y hogar de Legoland. El parque tuvo que cerrar por un apagón causado por el incendio. Las escuelas de la ciudad también fueron cerradas, y las autoridades consideraron que no serían reabiertas sino hasta la próxima semana.
El alcalde de Carlsbad Matt Hall dijo que el fuego consumió un complejo residencial de ocho viviendas, y que dañó ocho casas más y dos comercios. Se pidió a miles de personas evacuar sus hogares.
Richard Sánchez observaba nerviosamente una nube de humo negro que subía cerca de su casa. Había salido de su hogar una hora antes para hacer un encargo. “Lo único que quiero es llegar ahí y evacuar”, dijo Sánchez. “Tenemos un plan, pero no puedo llevarlo a cabo”.
Mientras las autoridades gritaban: “Por favor, evacuen”, en el vecindario de Joe Post, él tomó una manguera de jardín para rociar una palmera encendida entre su casa y la de su vecino. Al caer la tarde, los bomberos habían logrado detener el avance del incendio, y 10% de éste estaba controlado para el anochecer. Pero otras áreas del condado estaban en llamas.