El jefe negociador Humberto de la Calle explicó a los integrantes de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) que el primer punto, ya pactado en La Habana, se trata de un programa ambicioso de transformación del campo.
El objetivo de este punto busca “cerrar la brecha entre ciudad y campo, y equilibrar el desarrollo en Colombia, propósito que gira alrededor del robustecimiento de la economía campesina”.
Aclaró que la discusión del punto “Desarrollo agrario integral” y sus efectos en la propiedad privada culminó en mayo del año pasado “a partir de ese momento no se ha tocado una coma de lo acordado”, entre el gobierno y la guerrilla de las FARC.
El vocero oficial aseguró que esta trasformación profunda “del campo se ha hecho dentro del espíritu del Estado de Derecho y respetando el modelo económico del país”.
“Estamos en frente de decisiones que le convienen a Colombia, que son necesarias (…) Es un propósito nacional ineludible, es una asignatura pendiente y se está haciendo dentro del marco del Estado de Derecho sin que exista ningún riesgo para los inversionistas en Colombia”, advirtió.
En el encuentro con los empresarios también participaron los negociadores plenipotenciarios el general en retiro Óscar Naranjo, quien explicó los avances de las discusiones en el punto “Solución al problema de drogas ilícitas”.
Por su parte, el negociador Frank Pearl destacó la importancia del papel que jugará el sector privado en la implementación de los acuerdos que se logren en La Habana.
El gobierno del presidente Juan Manuel Santos negocia con las FARC, una salida política a cinco décadas de confrontación armada interna.