Guadalajara, 30 Nov (Notimex).- La crianza de aves de corral en pequeñas explotaciones es una alternativa para asegurar abasto de alimentos y un buen precio, en la venta de los productos excedentes al consumo de una familia o un grupo organizado, consideró la Seder.
En un comunicado, la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) de Jalisco agregó que así se ha evidenciado en las acciones del Proyecto Estratégico de Seguridad Alimentaria (PESA) en el campo jalisciense.
Subrayó que en varios municipios marginados de la zona norte, todo el año el huevo se cotiza entre los 34 y 40 pesos el kilogramo (como sucede en Bolaños y Mezquitic), lo que resulta caro en comparación el precio en lugares muy comunicados.
Ante esta situación, estableció que se ha promovido, vía PESA, la producción de gallinas en pequeños corrales, lo que ha logrado baje el precio de tres a dos pesos por cada blanquillo, gracias al programa.
La dependencia precisó que el huevo de rancho no se produce en grandes volúmenes, como la avicultura de enfoque industrial, al menos la postura es 50 por ciento por debajo.
Detalló que PESA es un esquema promovido en México por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y los gobiernos estatales con el aval de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO).
A su vez, un criador de gallinas en una mini granja familiar del municipio de Amatitán, Luis Hernández Alvarado, dijo que los llamados huevos de rancho producidos en condiciones ajenas al estrés que viven las gallinas hacinadas en las grandes granjas, están recobrando su atractivo como un alimento sano y de buen sabor.
Agregó que el olor peculiar suele ser muy distinto al producto de las concentraciones masivas de aves.
Propuso la crianza de pequeñas unidades productivas que pueden generar el abasto en la dieta familiar y facilitar también la comercialización.
La Seder mencionó que una parvada de 10 gallinas y su gallo pueden generar un volumen diario de cinco huevos y con ello el desayuno cotidiano de una familia.
Comentó que, en su caso, su unidad productiva es de 300 gallinas, contra las grandes granjas que sus poblaciones son de miles de aves.
Manifestó que él las alimenta con granos y yerbas silvestres, quelites y aceitillas, entre otras plantas muy demandadas por las aves de corral.
Expresó que cuando no hay lluvia, les da un alimento balanceado, además de los residuos de productos animales y vegetales en buen estado, como la fibra de la zanahoria y las hortalizas que se consumen en la misma casa.
Finalmente, la dependencia señaló que otras aves que se prestan para su crianza en mini granjas son las codornices, especie muy productiva de huevos, dado que a los 45 días de nacida ya inicia su postura.