SAN MANUEL CORTES, Honduras (AP) Una investigación de la justicia estadounidense a una de las familias más poderosas de Honduras ha dejado inusuales víctimas indirectas: miles de cocodrilos hambrientos.
Al menos 7.500 cocodrilos de una finca privada del norte del país han sido mal alimentados en las últimas semanas por falta de recursos luego de que los bienes de sus dueños -la familia Rosenthal- fueran incautados como parte de acusaciones de operar una supuesta red de lavado de dinero para el narcotráfico.
Empleados de la finca dijeron el miércoles a The Associated Press que después de más de un mes de no haber comido los animales recibieron alimento el fin de semana gracias a una donación. Uno de ellos, Antonio Mejía, incluso dijo que al menos 200 cocodrilos pequeños murieron, algo que las autoridades ponen en duda.
Los trabajadores aseguraron que hay unos 9.000 cocodrilos, aunque autoridades consideran que no son más de 7.500.
“Han tenido dificultades para alimentarlos”, dijo vía telefónica a The Associated Press Pablo Dubón, director de la región norte del Instituto de Conservación Forestal de Honduras, que se acercó a empresas privadas para conseguir donaciones para dar de comer a los cocodrilos.
El funcionario aseguró, sin embargo, que no tienen evidencia de que hayan muerto cocodrilos por hambre.
“Había comida insuficiente porque se había reducido el abastecimiento”, dijo y agregó que también hay 12 mamíferos, entre leones y monos, con problemas de alimentación.
Dubón dijo que el domingo el Instituto de Conservación consiguió 23.000 libras (unas 10,4 toneladas) de alimento -en su mayoría carne de pollo- para alimentar a los cocodrilos.
Números telefónicos de la oficina que maneja la finca sonaron, pero nadie contestó.
Mejía, que se identificó como responsable técnico del lugar, dijo a la AP que los cocodrilos necesitan entre 12.000 y 15.000 libras de comida.
Desde su apertura a finales de la década de 1980, la finca ha sido usada para fines comerciales, señaló.
“Han pasado hambre aquí, unos 45 días”, djo a la AP Marco Lazo, trabajador de mantenimiento.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos acusó el 7 de octubre a miembros de la familia Rosenthal de operar a través de varios de sus negocios una de las más importantes redes de lavado de dinero para el narcotráfico en Centroamérica.
Como parte de esos señalamientos, a mediados de octubre el gobierno de Honduras decomisó 19 empresas del Grupo Continental, propiedad del ex vicepresidente Jaime Rosenthal, su hijo Yani y su sobrino Yankel, este último el único detenido en Estados Unidos.
El directivo del Instituto de Conservación dijo que aunque la finca de cocodrilos no fue incautada, sí se vio afectada porque también congelaron cuentas bancarias del grupo de los Rosenthal.
Grupos criminales tienen una larga historia de operar empresas para lavar dinero en América Latina.
Los empleados de la finca consideraron extraña la operación del lugar.
Mejía dijo que desde que abrió, sólo se han exportado dos cargamentos de piel de cocodrilo. Uno con 500 pieles fue a Japón en 2003 y otro con 50 en 2014, aseguró.
“Imagínate, ¿en 25 años una finca que ha exportado dos veces? ¿Cómo es eso? ¿Cómo se va a mantener”, señaló.