Roma, 27 Nov (Notimex).- Holanda donó siete millones de dólares para promover la tecnología de teledetección de agua y ayudar a los países con escasez de agua en el Próximo Oriente y África a supervisar y mejorar la forma en que la usan para la producción agrícola, informó hoy la FAO.
En un comunicado, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dijo que esta donación adicional eleva el presupuesto total hasta los 10 millones de dólares para el proyecto financiado por los Países Bajos.
Este sistema utiliza datos de satélite para localizar áreas donde el uso del agua no se está traduciendo en una producción agrícola óptima, e identificar el origen del problema y recomendar diferentes técnicas de plantación y riego.
“El proyecto utiliza algunas de las tecnologías más avanzadas y tiene en cuenta los ecosistemas y el uso equitativo de los recursos hídricos”, aseguró el director general de la FAO, José Graziano da Silva, en un acto para presentar la ampliación del convenio.
Graziano da Silva destacó la importancia del proyecto en vísperas de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático en París, subrayando la tensión añadida que estos cambios ejercen sobre los agricultores y la forma en que gestionan unos recursos hídricos limitados.
“Todos sabemos que el agua comienza a escasear, mientras que al mismo tiempo es crucial para producir suficientes alimentos de calidad para un número creciente de personas”, mencionó por su parte Gerda Verburgla, representante permanente del Reino de los Países Bajos (nombre oficial de Holanda) ante la FAO.
“Con este innovador enfoque de teledetección para mejorar la productividad hídrica, estamos dando a los agricultores una herramienta concreta para tomar decisiones sobre el mejor uso del agua y qué tipo de cultivos plantar, pero también sobre la temporada de crecimiento, de manera que puedan planear mejor sus inversiones” añadió.
Las herramientas de datos creadas por el proyecto -que serán de libre acceso para los gobiernos y los agricultores por igual-, tienen también como objetivo ayudar a los responsables de las políticas en la toma de decisiones basadas en evidencias.
Según la FAO, alrededor del 70 por ciento de todo el agua dulce consumida en el mundo se destina a la agricultura. Cifra que se eleva a un 95 por ciento en algunos países en desarrollo, lo que plantea importantes retos para la sostenibilidad de la producción alimentaria.
Dijo que la creciente escasez y la competencia por el agua amenazan también con hacer descarrilar los esfuerzos para mitigar la pobreza, especialmente en las zonas rurales semiáridas, en las que el acceso a este recurso precioso para cultivar alimentos y criar ganado es esencial para contar con medios de subsistencia estables.
Según la FAO, un componente clave del proyecto de cuatro años es un portal de datos actualizado de imágenes de teledetección satelital interpretadas, que muestran el estado de las áreas cultivadas casi en tiempo real.
Sobre esta base -que incorpora datos de lluvias y transpiración del cultivo, entre otros- los expertos pueden evaluar lass áreas problemáticas, donde la productividad del agua y de la tierra son bajas, es decir, áreas que utilizan cantidades elevadas de los escasos recursos naturales para obtener tan solo un rendimiento mínimo.