* Ensayos periodísticos, una niña exiliada y un hombre con un balazo en la sien, entre las recomendaciones literarias de esta semana
Por Juan Carlos Castellanos C.
México, 25 Sep (Notimex).- “Palabra frente al cielo. Ensayos periodísticos (1936-1940)”, de Efraín Huerta, recuerda al lector curioso que en 1936 con apenas 22 años, Huerta, que entonces era uno de los jóvenes poetas más promisorios de México, inició una prolífica carrera periodística que se extendería a lo largo de varias décadas y publicaciones.
En este libro, la investigadora Raquel Huerta Nava, hija de Efraín, reúne buena parte de los artículos que su padre publicó en ese periodo crucial que va de aquel año del 36 (el de la Guerra Civil española) a 1940, cuando las sombras de la Segunda Guerra Mundial ya cubría toda Europa. Irónicos, beligerantes, críticos, viscerales y emotivos son sus textos.
Los ensayos que integran el libro son fruto de un momento histórico cardinal y específico que exigió de cada autor definición y responsabilidad. Leídos bajo esa luz, las querellas, los elogios y vituperios, las consignas y condenas del poeta nacido en Silao, Guanajuato en 1914, adquieren dimensión moral y revelan a un escritor profundamente humano.
“Mujer de azafrán”, de Rebeca Orozco, relata la historia de “Rosaura”, quien tiene 10 años de edad cuando llega a las costas de Veracruz para comenzar una nueva vida. Atrás, dejó el horror de la Guerra Civil, y aunque México la recibe con los brazos abiertos, su corazón queda para siempre partido entre dos continentes. Y así transcurre toda su vida.
Su madre fue capturada por el bando nacional y la mantienen presa en una cárcel del sur de España, mientras la joven exiliada muy pronto encuentra refugio en las pasiones y las aventuras de la adolescencia, en los nuevos aromas y sabores y, sobre todo, en el baile: la rabia y el sentimiento del flamenco la ayudan a mirar al frente y a nunca pensar rendirse.
En tanto, unas cartas clandestinas cruzan el océano para evitar que el fuerte lazo que une a madre e hija se extinga y mantener vivo el anhelo del reencuentro, a pesar de que con el paso de los años esto suponga para “Rosaura” dejar atrás un verdadero amor. Es una obra con el sello de Rebeca Orozco (Ensenada, 1956), comunicadora y reconocida escritora.
“La muerte juega a los dados”, de Clara Obligado, es un libro capaz de situarse en la frontera de los géneros y de la ficción misma. En una casa de la clase alta de Buenos Aires aparece un hombre con un disparo en la sien. Estamos en 1936. A partir de este hecho, se teje una compleja red de historias que en general ha sido exclusiva de la novela.
Clara Obligado desarrolla, al mismo tiempo, una narración policíaca y una saga familiar que llega hasta nuestros días, una colección de cuentos de brillante arquitectura cuyos afluentes arrastran al género hacia caminos nuevos. Elaborada y precisa, la autora ganó el Premio Setenil al mejor libro de cuentos por “El libro de los viajes equivocados”.
Con su peculiar estilo, ella es capaz de emocionar y atrapar al lector. Pero, sobre todo, es capaz de sorprenderlo. A la fecha, tiene numerosos libros de ensayo, y es colaboradora en medios periodísticos en España, donde vive exiliada luego de salir de su natal Buenos Aires, Argentina por la dictadura militar. Su obra ha sido traducida a diferentes idiomas.
“La reforma dizque heducativa”, de Rius, es la nueva sátira literaria que hace Eduardo del Río a uno de los temas de actualidad. En apenas 120 páginas, recuerda a Montaigne al aseverar: “El niño no es una botella que hay que llenar, sino un fuego que es preciso encender”, y escudriña sin pudor alguno esa reforma que ha tenido ecos muy polémicos.
Inaugurando una nueva etapa como autor de libros, Rius caricaturiza y pone en evidencia las estrategias promovidas en todos los niveles de instrucción educativa. Pero no sólo eso, para que no digan que nada más crítica, propone recomendaciones que echan luz sobre la forma en que los jóvenes e infantes de México deben conducirse en su paso por las aulas.
¿Qué más se puede decir? Es Rius una vez más. Rius. Es el “monero” nacido en Zamora, Michoacán en 1934, quien ya ocupa un lugar clave en la historia de la cultura popular mexicana. Con más de 100 libros publicados, continúa su labor escribiendo y dibujando sin parar, atento a lo que pasa en México y en el mundo, con su eterna posición crítica.
¿Por qué nos gusta tanto el sexo? Volumen V, del doctor Ian Q. Carrington, ahonda en las influencias en el plano sexual, partiendo de la época victoriana hasta la industrial, mostrando que la revolución tecnológica, trajo cambios en la ideología y las prácticas sociales a grandes escalas. El libro se adentra en aspectos políticos, morales y sociales.
Como la mujer fue un tema central durante el siglo XX, el libro incluye mucho respecto a las consecuencias que trajo su incursión en diferentes aspectos de la sociedad en los que lucharon por irrumpir, como los cargos políticos y su figura ante instituciones religiosas. Todo aquello cocinándose en el explosivo desarrollo tecnológico de la era moderna.
Algunos de los datos que aporta este libro es que el ideal de belleza entre las élites era un cutis blanco y mejillas sonrosadas. Para ello se recurría al blanquete, un afeite para poder blanquear que se vendía en botellitas importadas de Francia, o se preparaba en casa con talco y vinagre. Los nuevos criterios promovían el tener un cutis suave, fresco y limpio.