El director de Cumplimiento Regulatorio de Grupo Salinas, Eduardo Ruiz Vega, aseguró que ante su poder de mercado, no hay manera de que no puedan ser declaradas agentes dominantes.
En ese sentido, expresó su confianza en la labor del órgano regulador y calificó como improbable que no se les declare preponderantes. Estamos ciertos, confiados en la labor del instituto, sería escandaloso que ocurriera de otra manera, consideró.
Ruiz Vega enfatizó que la información disponible es muy clara para hacer la declaratoria, por lo que no hay posibilidad técnica de que esto no suceda.
Explicó que Grupo Salinas, de manera formal y respetuosa, sometió hoy propuestas puntuales al Ifetel para regular al grupo de interés económico al que pertenecen Telmex y Telcel, en su condición indiscutible de preponderancia en las telecomunicaciones.
Reiteró que de acuerdo con datos recientes, Telcel, es dueña de más del 70 por ciento del mercado mexicano de telefonía móvil, mientras que Telmex conserva, después de más de dos décadas de privatización, el 80 por ciento del mercado de telefonía fija, y en materia de acceso de banda ancha (Internet), las dos firmas tienen 75 por ciento del mercado.
En ese sentido, dijo, resulta evidente, a todas luces y bajo cualquier criterio, que el grupo de interés económico propiedad de Carlos Slim, es un agente preponderante en México.
Por ello, pidió que se aplique la regulación asimétrica prevista en la Constitución en tarifas, es decir, cada tarifa, y paquete promocional, del preponderante, debe estar sujeto a la autorización del regulador de las telecomunicaciones.
Asimismo, el preponderante debe desagregar sus ofertas y ofrecerlas a terceros en forma transparente y no discriminatoria, además de cumplir con la ley, es decir, dijo, no más discriminación entre llamadas según la red de destino bajo el lema Todo México es Territorio Telcel.
Ruiz Vega demandó también la desagregación del bucle local, ya que ha sido uno de los principales lastres que ha impuesto el monopolio, y que hoy ha sido ordenado por la Constitución. Se acabaron las excusas, todas las empresas podrán ofrecer servicios a todos los mexicanos.