“Con un Manifiesto Comunista bajo el brazo como única orientación y un trasnochado paquete ideológico, estos ilusos creyeron que podían transformar a Venezuela en un paraíso socialista, pero fracasaron”, dijo el ex directivo de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
José Toro Hardy destacó que uno de los sectores donde ese fracaso se hizo más evidente fue en la industria petrolera, pues pensaron que con su simple voluntad, los mercados petroleros se arrodillarían ante los designios de la revolución.
“Ni un barril más de petróleo para Estados Unidos, solían decir, sin darse cuenta que allá las cosas se manejan de un modo diferente. Los escucharon como quien oye llover y se dedicaron a tomar medidas para no requerir ni un barril más del petróleo revolucionario”, agregó.
Advirtió que, lo que sucede es que “es que estos líderes de pacotilla no entienden que mientras más inseguro es el suministro de petróleo y más elevado su precio, mayor es el estímulo para desarrollar nuevas tecnologías en función de producir el petróleo que necesitan”.
Recalcó que eso es exactamente lo que ha ocurrido, ya que Estados Unidos desarrolló una nueva tecnología -fracking- a través de la cual logran fracturar hidráulicamente las rocas en el subsuelo y extraer los hidrocarburos contenidos en los poros y en las capas de rocas.
“Resulta que el país norteño, que tiene la mayor reserva probada del mundo de este tipo de petróleo, se ha transformado en el mayor productor mundial de hidrocarburos, incluyendo petróleo y los de esquisto, desplazando a Rusia y a Arabia Saudita”, dijo.
Toro Hardy señaló que “lamentablemente los venezolanos perdimos 15 años de oportunidades, años durante los cuales contamos con ingresos petroleros que nunca antes imaginamos y que fueron despilfarrados en una orgía de dádivas internas y externas sin precedentes”.
“Para el régimen lo único que importaba era el fortalecimiento de la revolución, olvidando por completo la sustentabilidad de la economía nacional. Después de tanto derroche, regalos y discursos llegó la hora de recoger los vidrios rotos”, precisó el catedrático.
Advirtió que hoy la economía venezolana está destrozada y su principal sustento, la industria petrolera, se encuentra, endeudada, politizada, desprofesionalizada, comprometida por muchos años su producción a futuro con China y hundida en manejos inescrupulosos.
“El futuro no puede ser más desalentador. Los venezolanos nos vamos a enfrentar a una inflación que el próximo año superará el 50 por ciento y la escasez y el desabastecimiento de alimentos que se avecina es grave y preocupante”, auguró.