LESBOS, Grecia (AP) Los cadáveres de varios migrantes flotaban boca arriba, despojados de sus ropas por el mar agitado. En la costa, mujeres llorosas buscaban frenéticamente a sus seres queridos entre los sobrevivientes que tiritaban confundidos. Una rescatista trataba de revivir a un infante que yacía inconsciente.
La escena puso de manifiesto una realidad: mientras el flujo de migrantes a Europa tiende a amainar a medida que se acerca el invierno y que se dificulta más el trayecto, este año ha aumentado con miles de personas que desafían la muerte cruzando el mar embravecido en temperaturas cada vez más frías.
En las playas de Lesbos, varios niños algunos pequeños como de 4 años parecían en estado de conmoción mientras los socorristas los envolvían en mantas para protegerlos del frío. Eran algunas de las 242 personas rescatadas de una embarcación que naufragó durante la noche en mar agitado cerca de la costa norte de la isla. Ocho personas se ahogaron y 33 estaban desaparecidas.
En total, cinco incidentes en el mar Egeo dejaron el miércoles por lo menos 12 muertos, en su mayoría niños.
La mayor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial entra en una nueva fase peligrosa sin precedente, ya que la pauta habitual de flujo de migrantes que suele terminar en el otoño se revierte debido a la intensificación de la guerra en Siria y el hacinamiento en los atestados centros de refugiados en Turquía y el Líbano. Se anticipa que las solicitudes de asilo en la Unión Europea excederán un millón este año, cifra muy superior al récord de 700.000 registrado a principios de los años 90 cuando las guerras desintegraron Yugoslavia.
Lesbos ha cargado con el mayor peso de la crisis de refugiados en Grecia ya que más de 300.000 personas llegaron este año a la isla en embarcaciones pequeñas desde Turquía, dijo la policía. Más de una tercera parte de esa cifra ha llegado solamente en octubre.
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Nicholas Paphitis en Atenas contribuyó a este despacho.
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