LONDRES (AP) Los legisladores británicos no son inmunes a la vigilancia de sus comunicaciones, falló el miércoles un tribunal, según el cual la doctrina de 50 años que los protege de interceptaciones telefónicas no tiene fundamento legal.
Tres políticos se quejaron ante el Tribunal de Poderes Investigativos que sus comunicaciones eran interceptadas por la agencia de espionaje electrónico GCHQ como parte de su revisión masiva de correos electrónicos, tráfico en la red y otros datos. Los detalles del programa de vigilancia de Estados Unidos y sus aliados fueron revelados por Edward Snowden, excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense.
Los legisladores del Partido Verde Caroline Lucas y Jenny Jones y un exlegislador del Partido del Respeto, George Galloway, argumentaron que esa recolección de datos viola la Doctrina Wilson, una regla impuesta por el primer ministro Harold Wilson en 1966 según la cual no debe interceptarse el teléfono de ningún legislador excepto durante una emergencia nacional.
El tribunal, que maneja quejas sobre vigilancia, falló que la doctrina se aplica solamente a la interceptación específica, y no incidental, de comunicaciones parlamentarias.
Agregó que la doctrina “que comenzó en relación con la interceptación de teléfonos, no se propuso extender, y en la práctica no puede extenderse, a prohibir la interceptación, como parte de una gran cantidad de comunicaciones, de comunicaciones de legisladores que no sean blanco específico”.
Lucas comentó que el fallo era “un revés para la democracia parlamentaria”.
“Mis representados tienen derecho a saber que sus comunicaciones conmigo no están sujetas a una vigilancia generalizada, pero este fallo sugiere que no tienen dicha protección”, afirmó.