En una carta en poder de The Associated Press enviada a la embajada estadounidense en Quito, la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional notificó a la agencia que la “USAID no podrá ejecutar ninguna actividad nueva, ni ampliar plazos de ejecución de proyectos”.
La misiva está suscrita por Gabriela Rosero, titular de esa entidad, y fue enviada el 26 de noviembre de 2013.
“El 30 de septiembre se van, la decisión está tomada”, dijo Rosero en entrevista con la AP.
En diciembre pasado, en una de sus alocuciones de su programa sabatino Enlace Ciudadano, televisado al país por la televisión y radio públicas, el presidente Rafael Correa dijo que en Ecuador “no necesitamos caridad”. Luego señaló que “las limosnas que daba la USAID” las puede asumir su gobierno.
En la alocución, el mandatario dijo que esa decisión no afectará las relaciones bilaterales entre los dos países.
Un funcionario de la embajada de Estados Unidos, que no está autorizado a hablar sobre el tema y pidió expresamente no ser identificado, dijo que fue el gobierno de su país el que decidió cerrar la oficina de USAID en Ecuador.
Desde la llegada de Correa al poder, en 2007, las relaciones con Estados Unidos han estado marcadas por debates y tensiones. En 2009, los conflictos desembocaron en la expulsión de dos funcionarios de esa misión diplomática, Mark Sullivan y Armando Astorga, a quienes acusó de intromisión en asuntos internos.
La USAID es el tercer organismo de la embajada estadounidense que deja Ecuador. En abril el grupo militar fue expulsado y el siete de mayo pasado se anunció que la oficina antinarcóticos también debía salir del país en septiembre.