La evaluación a maestros se realizará de acuerdo a lo previsto a pesar de las objeciones de sindicatos radicales, dijo el gobierno.
Los maestros habían anunciado que impedirían la realización de las elecciones intermedias del 7 de junio a menos de que se cancelaran las evaluaciones a su desempeño que son ordenadas por ley.
Muchos maestros en escuelas de bajo rendimiento en México han heredado directamente sus puestos.
El 29 de mayo, el gobierno pareció ceder a las demandas de los inconformes al anunciar que las evaluaciones serían suspendidas “indefinidamente”. Eso fue visto como un trueque para la realización pacífica de las elecciones. Apenas 600 de las 148.836 casillas (centros de votación) registraron incidentes.
El martes, la Secretaría de Educación Pública dijo que aplicará las evaluaciones de septiembre a noviembre a unos 360.000 maestros de escuelas públicas y a alrededor de 193.000 personas que buscan empleo en el magisterio.
Los maestros que se nieguen a ser evaluados perderán bonos importantes.