De La Calle, jefe negociador del gobierno en las conversaciones de paz con las FARC, criticó que ese grupo armado ilegal se presente como si fueran los jueces de las instituciones de Colombia y en particular de nuestras Fuerzas Militares.
En un comunicado este lunes, los rebeldes acusaron a quienes llamaron militares guerreristas y mafiosos de urdir tramas de corrupción, y atacaron al ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y al ex presidente Álvaro Uribe, en torno a recientes denuncias de prensa.
A la vez, pidieron investigar el atentado contra la candidata presidencial Aída Avella, y dijeron que inician este 21 ciclo de diálogos con gran desconfianza por el presunto espionaje de la inteligencia militar y policial a los negociadores en La Habana.
En una declaración vía internet, De la Calle respondió que los inaceptables señalamientos de las FARC con su dedo acusador, en nada contribuyen a los esfuerzos de paz y por el contrario, nos alejan de este propósito.
Nuestros problemas los resolverán nuestras instituciones en democracia, dijo, y agregó que quienes negocian el fin del conflicto de más de medio siglo en Colombia no están en Cuba para comentar el acontecer diario en el país sudamericano.
Las permanentes descalificaciones a personalidades y ex presidentes tampoco son el propósito de estos diálogos y crean un pésimo ambiente entre los colombianos para avanzar en los esfuerzos de paz, precisó.
Según De la Calle, si las FARC quieren participar del debate público, lo que deben hacer es avanzar rápidamente hacia un acuerdo para terminar el conflicto y dar muestras concretas de compromiso con los valores y los procedimientos de la democracia.
La declaración vía correo electrónico concluyó con un reconocimiento a las Fuerzas Militares y de Policía de Colombia por su sacrificio y compromiso diario con la seguridad de los colombianos, y también por su respaldo al camino de diálogo en busca del fin del conflicto que estamos transitando.
Queremos aclarar que ni la estructura ni las funciones de nuestras Fuerzas Militares hacen parte de la agenda del Acuerdo General, y no las vamos a discutir en La Habana, apostilló.
Serán el Gobierno y los colombianos quienes, de llegar a un acuerdo final, decidan en democracia qué Fuerzas Militares requiere el país para el posconflicto, concluyó el jefe negociador gubernamental.