El ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Gilberto Carvalho, dijo que la presidenta Dilma Rousseff llegó a la conclusión de que no era prudente hacer en este momento una nueva ley, porque parecería una tentativa de criminalizar o castigar las manifestaciones.
Brasil tuvo ayer una jornada marcada por las protestas en 14 ciudades de varios sectores como la policía militar, los metalúrgicos, los profesores y los transportes, y las urbes de Río de Janeiro y Sao Paulo celebraron manifestaciones en contra del gasto público por la Copa del Mundo.
En Sao Paulo, los actos de protesta contra el Mundial 2014 degeneraron en incidentes entre policía y manifestantes, y hubo al menos 27 detenidos por los ataques violentos a bancos y comercios.
Pese a que los sondeos muestran un alto rechazo a la gestión gubernamental del evento, señalan que el apoyo popular a las manifestaciones antigubernamentales habría descendido respecto a 2013, cuando decenas de miles de personas salieron a la calle en todo el país.
Unos 150 mil miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del país participarán en las tareas de mantenimiento del orden durante la Copa del Mundo, cuando el país espera recibir en torno a 600 mil visitantes extranjeros, según cifras oficiales.